La mano izquierda de Rubalcaba
01/10/2010 - 09:45
ESCAÑO CERO
JULIA NAVARRO,
PERIODISTA
Lo que no era lógico es que muchas asociaciones de víctimas se sintieran desamparadas por Zapatero.
Las buenas noticias a veces no son noticia, y eso es precisamente lo que ha sucedido con la reunión entre el ministro Pérez Rubalcaba y las asociaciones de Víctimas del Terrorismo. Debe de ser la primera vez que las asociaciones de víctimas se reunen con un miembro del gobierno socialista sin salir decepcionados o enfadados. Y es que Rubalcaba tiene mucha mano izquierda, y también mucha mano derecha, y está más que dispuesto a que a él ciertas cosas no le pasen, y nada le disgustaría más que una pelea con las Asociaicones de Víctimas del Terrorismo.
De manera que la buena noticia es que las asociaciones salieron satisfechas de su reunión con Rubalcaba, y Rubalcaba se apuntó un tanto a su favor por está satisfacción, que ha tenido un reflejo leve en los medios de comunicación. Si la ruenión hubiera terminado en bronca e incomprensión como en otras ocasiones no hay duda de cuáles habrían sido los titulares de los periódicos, pero como la reunión fué miel sobre hojuelas, apenas ha ocupado espacio en los medios de comunicación.
Y claro hay que decir que ya ra hora de que el gobierno Zapatero se entendiera con las asociaciones de Víctimas, porque lo que no era de recibo es que buena parte de estas asociaciones miraran al Gobierno como si de un enemigo se tratara y desde el Gobierno se demostrara a la vez escasa sensibilidad hacía estas asociaciones. Es cierto que alguna asociación de víctimas participó con el PP en su política de oposición al Gobierno, pero también desde el Gobierno Zapatero se dieron pasos para el desencuentro. Lo normal es que las víctimas se sientan apoyadas y reconocidas por la sociedad entera, y que haya una ley como la que Rubalcaba les ha prometido, que se ponga al día respecto a todas las necesidades y peculiaridades que puedan tener cada asociación y cada caso. Lo que no era lógico es que muchas asociaciones de víctimas se sintieran desamparadas por Zapatero y su gobierno.Rubalcaba, que es más listo que el hambre y se las sabe todas, está iniciando una nueva etapa en la relacion con las víctimas para evitar entre otras cosas que las asociaciones vuelvan a la calle a sacar los colores al Gobierno. En definitiva hay que congratularse porque se haya instaurao la normalidad, y ya sabemos que la normalidad no es noticia, así que ¡bienvenida sea¡
De manera que la buena noticia es que las asociaciones salieron satisfechas de su reunión con Rubalcaba, y Rubalcaba se apuntó un tanto a su favor por está satisfacción, que ha tenido un reflejo leve en los medios de comunicación. Si la ruenión hubiera terminado en bronca e incomprensión como en otras ocasiones no hay duda de cuáles habrían sido los titulares de los periódicos, pero como la reunión fué miel sobre hojuelas, apenas ha ocupado espacio en los medios de comunicación.
Y claro hay que decir que ya ra hora de que el gobierno Zapatero se entendiera con las asociaciones de Víctimas, porque lo que no era de recibo es que buena parte de estas asociaciones miraran al Gobierno como si de un enemigo se tratara y desde el Gobierno se demostrara a la vez escasa sensibilidad hacía estas asociaciones. Es cierto que alguna asociación de víctimas participó con el PP en su política de oposición al Gobierno, pero también desde el Gobierno Zapatero se dieron pasos para el desencuentro. Lo normal es que las víctimas se sientan apoyadas y reconocidas por la sociedad entera, y que haya una ley como la que Rubalcaba les ha prometido, que se ponga al día respecto a todas las necesidades y peculiaridades que puedan tener cada asociación y cada caso. Lo que no era lógico es que muchas asociaciones de víctimas se sintieran desamparadas por Zapatero y su gobierno.Rubalcaba, que es más listo que el hambre y se las sabe todas, está iniciando una nueva etapa en la relacion con las víctimas para evitar entre otras cosas que las asociaciones vuelvan a la calle a sacar los colores al Gobierno. En definitiva hay que congratularse porque se haya instaurao la normalidad, y ya sabemos que la normalidad no es noticia, así que ¡bienvenida sea¡