La mula y el buey

Antes de que sea tarde, quiero solidarizarme con todos los hombres y mujeres de buena voluntad que defienden - mejor dicho, defendemos – las tradiciones navideñas. Y, muy especialmente, con los ciudadanos de Madrid, Barcelona, Cádiz, Valencia, A Coruña o Zaragoza, donde tendremos el belén asegurado, pero no precisamente para recibir a María y José, ni a la mula y el buey. En Madrid, antes de que se presente la programación de Navidad, la alcaldesa ya adelanta los desahucios de los belenes del Palacio de Cibeles y de la Plaza Mayor, trasladándolos a la Plaza de Colón y a la Plaza de la Villa, respectivamente. No conocemos todavía las intenciones de la alcaldesa de Barcelona, ni las ocurrencias que nos depararán los ediles de Cádiz y del resto de capitales anteriormente citadas, pero cualquier cosa podría ocurrir y ninguna buena. Aunque para belén importante el que ya han montado en Cataluña los diputados independentistas nada más tomar posesión de sus escaños. Todo valepara seguir con el ‘procésconstituent’.Además, las leyes de nuestro ordenamiento jurídico, tuteladas por la Constitución, no son necesariamente legítimas – según explicó el otro día el secretario general de CDC, Josep Rull – y se las pueden pasartranquilamente por el arco del triunfo. Mientras la señora Carme Forcadell grita en el Parlament ¡viva la República Catalana!, mientras la Guardia Civil registra los domicilios de la “gran familia” Pujol, con todos sus miembros ya imputados, en la TV3 ofrecían un interesante reportaje sobre la corrupción en Francia. Un informe periodístico sobre el proceso que se está siguiendo al banco UBS. Para que luego digan que TV3 no dedica ni una cola de telediario a la corrupción… Eso sí, la imputación de Jordi Pujol es un montaje del gobierno central y al presidente en funciones de la Generalitat se le trata como se merece: extendiéndole una alfombra e invitándole a que limpie, si así lo desea, sus pinreles en el felpudo del plató. ¿Se puede caer más bajo? Todas las televisiones autonómicas obedecen al gobierno de turno, pero TV3 ha batido todos los records. Que el típico “caganer” permanezca tranquilo – tranquilo, Jordi -, porque no le faltará un pesebre, ni la barretina y la estelada junto a la mula y el buey.