La nueva realidad de los menores

01/10/2018 - 13:41 Redacción

Son precisos nuevos centros de protección a los menores. Con uno en la provincia no es suficiente. 

 La fiscal jefe presentó la Memoria Anual de la Fiscalía Provincial de Guadalajara de 2017 que evidencia las nuevas realidades en materia, especialmente, de menores, con problemáticas derivadas de dos fenómenos, las crisis migratorias que colapsan los centros de protección a menores, también afectados por el incremento de resoluciones que dictan su internamiento, y el uso cada día mayor y erróneo de las redes sociales que en manos de los chavales se convierten en un instrumento de acoso y ataques a la intimidad de las personas. La Guardia Civil, psicólogos y profesores se afanan en explicar los riesgos que implican el manejo de estas nuevas tecnologías por jóvenes que carecen todavía de la suficiente información y criterio y el resultado es un incremento del tradicional abuso a los compañeros en las aulas, que persiste, a través ahora de los móviles y las Tablet, una lacra que implica gran sufrimiento a las víctimas que en muchas ocasiones ni siquiera comparten con sus padres y que en casos extremos llevan incluso al suicidio o a la depresión. Es un fenómeno en aumento, difícil de controlar, aunque la limitación del acceso a estas plataformas hasta edades menos tempranas- responsabilidad de los padres-, y la prohibición de su uso en los centros educativos durante el horario lectivo,- cometido de Educación-, ayudaría a paliar el problema, junto a un mayor incremento de las sanciones a los acosadores. Tal vez sea también necesaria una mayor vigilancia en colegios e institutos durante recreos, entradas y salidas para evitar agresiones o vejaciones. Son precisos además nuevos centros de protección a los menores. Con uno en la provincia no es suficiente. En el aspecto más positivo resaltar más conciliaciones antes de llegar a juicios por la actitud más colaboradora de los menores implicados y la reducción de los delitos de violencia doméstica contra ellos. Las sociedades avanzan antes que las leyes y a estas nuevas realidades hay que ponerles regulaciones que las frenen. Y la fiscalías dotarlas de más personal.