La patrona
08/03/2014 - 23:00
Uno de los acontecimientos sociales más relevantes de este casi estrenado año en la capital, y que pasa casi o totalmente desapercibido en los medios de comunicación, (nuestra la culpa) lo constituye las visitas de la alcaldesa perpetua y honoraria de Guadalajara a todas y cada una de las parroquias, en las que pasa una semana con sus feligreses siendo cortejada y recibiendo los homenajes de cariño y devoción de los fieles. Niños que pasan por el manto, filas de personas esperando para besar su medalla, ofrendas florales, vigilias y cientos de personas sentadas en los bancos a cualquier hora del día en silencio y recogida oración para admirar su belleza y pedirle los necesarios favores. Este viernes, la Virgen de la Antigua está en el altar mayor de la iglesia más céntrica de la capital, San Ginés, y cuantos entran en esta parroquia, la que durante más horas al día está abierta por acoger la Adoración Permanente al Santísimo, por cierto con gran éxito, contemplan una imagen preciosa y al tiempo cargada de simbolismo e historia. En primer plano, vestida de blanco, la Virgen de la Antigua, delante del altar, y en el mismo retablo, unos pasos atrás, encima del Sagrario, la Virgen del Amparo, también vestida de blanco. No es la primera iglesia donde dos imágenes comparten protagonismo, pero si lo es, y los historiadores lo conocen bien, todo un hito, porque fue en un determinado momento de la vida intenso el debate sobre cuál de estas dos advocaciones debía tener el honor del patronazgo de la ciudad. Finalmente, la Virgen del Amparo debió conformarse con dar nombre a una de las principales calles de Guadalajara, ser la patrona de la parroquia, digamos principal por ubicación, y tener su propia semana en la que los parroquianos la honran con diversos actos y la sacan en procesión por las calles del barrio. La foto de las dos es todo un recuerdo para los curiosos de la historia. ¡Cuándo volverán a estar juntas! La patrona irá este sábado también en procesión, como ha hecho de parroquia en parroquia, hasta San Nicolás. La participación de personas en los diferentes actos en su honor demuestra que la religión no está pasada de moda y que no son cuatro los que cada domingo participan en las eucaristías.