La paz según Garitano
23/06/2011 - 00:00
El que será nuevo Diputado General de Guipuzcoa, lleva un pin en la solapa con el número de preso de Arnaldo Otegui. También se podría haber puesto el número de tumba de alguno de los asesinados por ETA, pero no le sale de los guipuzcoanos votos.
La paz, según Garitano, es muy sencilla y vamos a ganar todos. Consiste en que cada uno hable lo que quiera y cuando quiera, que se abra un proceso de independencia, y que el País Vasco se independice. Nadie se explica cómo una fórmula tan simple no se le había ocurrido antes ninguna lumbrera del panorama vasco, español y europeo, y ha tenido que ser Garitano el que haya arrojado luz sobre un problema en el que se apilan los cadáveres de más de 800 personas, entre hombres, mujeres y niños.
Garitano dice que hay que resolver el "problema de los presos", y dice bien, porque los muertos, la verdad es que no dan ningún problema, y tampoco se ha referido al "problema de ETA", puede que porque ETA para Garitano no sea un incordio, sino una garantía.
La lástima es que, a lo peor, alguno de los huérfanos, de las viudas, de las madres, de los hermanos, incluso de los amigos de los asesinados, no se conformen con esta prodigiosa fórmula que nadie había descubierto hasta que vino el inteligente Garitano. El único inconveniente es que la dictadura social-nacionalista que Garitano quiere para el País Vasco no sea recibida con el alborozo que merece, y que a Hitler se le truncó: una raza superior, un orden superior, y los demás a la mierda como propugnó ese racista insigne llamado Sabino Arana. La rémora puede existir en algunos cientos de miles de vascos que no querrían vivir en ese régimen tan maravilloso. Y la gran dificultad puede basarse en que fundamentar la paz sobre los cuerpos asesinado de más de 800 seres humanos y otros cientos mutilados sea algo que no ha ocurrido nunca a no ser que se haya conseguido con lar armas. Claro que Garitano puede coger su fusil. Pero ya no estaríamos hablando de la paz.