La pérdida del saco terrero
01/10/2010 - 09:45
Por:
El comentario
Antonio Pérez Henares / Periodista
Se acuerda alguien que España preside la Unión Europea este semestre? Aquello iba a ser un acontecimiento planetario -Pajín dixit- una conjunción astral de lideratos que iba a deslumbrar al mundo. Recuerdan aquellos clarines de enero y sus trompeteados fastos. Pues ya no suenan ni los claros clarines ni suena siquiera una guitarra. La cosa se ha quedado en que en junio lo dejamos. No ha sido ni pena ni gloria. Ha sido la nada. Obama ni ha aparecido ni se le espera. El nuestro sigue de mítines enfáticos y plegarias gaseosas mientras el personal no sabe ya como sujetar el palo de su particular sombrajo. Del Gobierno ya nadie espera nada. Por esperar ya no espera nada ni siquiera el propio Gobierno.
Dicen los expertos en moclovidades que aquello es un revoltijo. Que María Teresa Fernández de la Vega, la antes todopoderosa vice, está defenestrada y que en lo único que influye lo de la presidencia europea que tienen que esperar a que acabe para echarla. No está bien. Y será peor el remedio. La vice ha sido estos últimos seis años el auténtico saco terrero del Gobierno y del presidente Zapatero. Tras ella se han escudado los unos y ha hurtado muchas veces el cuerpo el propio jefe. Ahora, secretean, ha caído en desgracia. Quien manda es Blanco y susurran sus terminales que es que hay mucha descoordinación por culpa de ella y hay que poner remedio.
Descoordinación, desconcierto, palos de ciego y andares cojos ya sabemos que los hay. El Gobierno, más que un andar, es un tropezón continuo. Pero es no es achacable, a la que menos, a María Teresa. Eso son las intromisiones continuas primero del propio presidente que parece ser o querer ser ministro de todos, que los tiene de poco más, o poco menos, que de secretarios o de pinches. Que no concede mínimo campo de actuación e interfiere creando todo tipo de celos, recelos, disfunciones y piques. A la vice la confronta con la otra vice, ahora fue, ya no sé si ahora, de sus dilectos, al de allá con el otro aquel y al de aculla lo puentea con un fontanero.
No tengo ni idea si hará esa crisis que todos dan por hecha. Por donde le dé y saldrá el sol por Antequera o se pondrá por Finisterre. Casi como que al país le viene a dar igual que le dará lo mismo. Pero si quitan a De la Vega, algo importante habrán perdido.
Descoordinación, desconcierto, palos de ciego y andares cojos ya sabemos que los hay. El Gobierno, más que un andar, es un tropezón continuo. Pero es no es achacable, a la que menos, a María Teresa. Eso son las intromisiones continuas primero del propio presidente que parece ser o querer ser ministro de todos, que los tiene de poco más, o poco menos, que de secretarios o de pinches. Que no concede mínimo campo de actuación e interfiere creando todo tipo de celos, recelos, disfunciones y piques. A la vice la confronta con la otra vice, ahora fue, ya no sé si ahora, de sus dilectos, al de allá con el otro aquel y al de aculla lo puentea con un fontanero.
No tengo ni idea si hará esa crisis que todos dan por hecha. Por donde le dé y saldrá el sol por Antequera o se pondrá por Finisterre. Casi como que al país le viene a dar igual que le dará lo mismo. Pero si quitan a De la Vega, algo importante habrán perdido.