La política del traspiés

09/03/2011 - 00:00 Julia Navarro

 
Dice el refrán que a perro flaco todo son pulgas, y algo así sucede estos días en el PSOE. Para empezar, las últimas decisiones gubernamentales han provocado el enfado de los ciudadanos, por ejemplo limitar la conducción a 110. Y luego está todo el lío interno que no logran disimular por más que lo intenta y que tiene que ver con el tremendo desgaste del presidente Zapatero que condiciona su futuro político y por tanto el de su partido. La enfermedad de Alfredo Pérez Rubalcaba (que parece felizmente superada) ha provocado en el PSOE una cierta sensación de vacío. Los comentarios de "pasillo" de diputados y dirigentes socialistas denotaban la inquietud que les producía la posibilidad de que el vicepresidente decida no ser parte activa del futuro del PSOE, es decir no optar al liderazgo del partido en caso de que finalmente Zapatero decida hacer mutis por el foro.
   A todo esto se añade la confusión que ha provocado la decisión de José Banco de suspender el macro acto organizado para primeros de abril en Madrid en la plaza de toros de Vista Alegre, en el que la figura estelar iba a ser Rodríguez Zapatero. El mitin se ha suspendido, hay quien dice que por presión de los "barones" nada contentos de hacerse la foto con Zapatero, puesto que hay muchos que piensan que en estos momentos el presidente resta más que suma. De ahí lo insistentes que están siendo algunos presidentes autonómicos, léase el extremeño Fernández Vara o el castellano-manchego Barreda, que un día sí y otro también dejan caer que sería bueno que el presidente Zapatero despejara de una vez todos sus planes de futuro. José Blanco ha reaccionado con cierta irritación cuando los periodistas le han preguntado las causas de la suspensión del mitin de Vista Alegre.
   Pero, le guste o no, debe de comprender que si un partido organiza un gran mitin como pistoletazo de salida para una campaña electoral y luego lo suspende, eso, cuando menos, es noticia y, lógicamente, hay que preguntar el por qué. Como también hay quien duda de que el baile de fechas del próximo Comité Federal del PSOE tenga de verdad que ver con que estaba previsto celebrar en vísperas de un Consejo Europeo. En fin que los dirigentes socialistas están ofreciendo una imagen de desconcierto que sin duda no les favorece, y puede que parte de esa imagen deslavazada que están dando se deba precisamente a que el presidente no termina de decir qué piensa hacer en el futuro, si repetir como candidato o dejar paso a un proceso de primarias o congreso extraordinario. Pero Zapatero maneja su propio tiempo convencido de que acierta no diciendo ni un minuto antes lo que va a hacer. Eso sí, en filas socialistas se habla estos días de que el futuro se debería de escribir entre Pérez Rubalcaba y Carmen Chacón. O sea que hay quienes apuestan por un pacto o acuerdo ente el vicepresidente y la ministra de Defensa. Por lo pronto, lo único que se percibe en el PSOE son nervios. .