La política es un teatro

19/03/2012 - 00:00 Fermín Bocos

 
 

  En España y en la política, casi todo acaba siendo todo teatro. Teatro es, por ejemplo, que a sabiendas de lo establecido en la Constitución (Art. 92), desde la "Generalitat" de Cataluña, presidida por Artur Mas, se esté dando hilo a la cometa de un referéndum acerca de si los catalanes quieren un concierto fiscal propio. Teatro es que la vicepresidenta primera del Gobierno (Soraya Sáenz de Santamaría) señale la ilegalidad de semejante iniciativa y la cosa se quede ahí.

  Teatro es, qué duda cabe, que los dirigentes sindicales (Méndez y Fernández Toxo) proclamen la urgencia de ir a la huelga general para protestar contra la reforma laboral dictada por el Gobierno (está convocada para el próximo día 29) y que hayan hecho preceder dicha llamada de manifestaciones en toda España el 11 de marzo (fecha lastrada por la pena y el dolor por las víctimas del atentado más sangriento de nuestra Historia) y, que , por el contrario, no tuvieran cita alguna en su agenda de movilizaciones el domingo 18 de marzo, un día sin otra historia que su condición de eslabón del puente que se forma con el lunes 19 por ser el "Día del Padre". Teatro y más teatro. Y no siempre del bueno. Las más de las veces es pura comedia o un sainete con toques de vodevil. Como en el caso de los "ERE" de Andalucía, donde resulta que hay un paisano (Guerrero), antiguo director general de Empleo de la Junta, al que han metido entre rejas con una fianza de más de ¡600 millones de euros¡ para que vaya recordando a quienes y por qué fue regalando ayudas y jubilaciones millonarias.

  Frente a semejante escándalo, resulta que ni Manuel Chaves, ni José Antonio Griñán -dos presidentes autonómicos socialistas- dicen no saber nada de un asunto en el que con arreglo a lo publicado y no desmentido, a lo largo de sus diez años en la Junta, el tal Guerrero, distribuyó a voleo más de 700 millones de euros. Teatro y más teatro. Todo es teatro. Como en el "caso Urdangarín", donde se habla -y lo que queda por hablar- del yerno "aprovechátegui" que dirían en Vitoria, pero todo se convierte en teatro de sombras, a la manera de la escuela oriental del disimulo, a la hora de recordar que si, como parece, el duque se lo llevó crudo fue porque otros dos presidentes autonómicos, en este caso del PP (Jaume Matas y Francisco Camps) le facilitaron la cosa y la pasta. Es un escándalo lo que nos está costando tanto teatro.