La primavera está en el aire

14/03/2020 - 12:31 Antonio Yagüe

Al Valle del Mesa podría llegar el sábado 21 de marzo, a golpe de suaves versos de nuestra poetisa molinesa Begoña Benito.

Cuenta mi buen amigo Jenaro Iritia que hace unas semanas avistó en Aragoncillo una pareja de abubillas. Son las aves más madrugadoras que, tirando del carro de la primavera, regresan con sus vistosos plumajes desde tierras africanas a nuestros territorios de cría. A partir de ahora, en campiñas, dehesas, sotos y bosques abiertos comienza a ser habitual su característico y relajante canto “up-up-up….up-up-up...”

Son de las aves más populares, aunque ya nada sea como antes. Miguel Delibes describió magistralmente en su novela El Camino cómo se alborozaba el pueblo con su llegada. Su hijo biólogo lamentaba recientemente su declive junto a otras como el gorrión, el ruiseñor y el vencejo.

Otra amiga de raíces castellanas, Mónica Ridruejo, me envía un bello campo de pajitos amarillos meciéndose al viento. “La primavera está en el aire. Y el mar de flores precioso”, añade. En mi pueblo dicen que no llega de verdad hasta que los campos se llenan del bello amarillo de las aliagas florecidas. O hasta que se oye cantar al cuco. Este pájaro tiene mala prensa pero, en contrapartida, dicen que anuncia suerte económica si escuchas su primer “cu-cú…cu-cú” con dinero en el bolsillo y que supone una especie seguro de vida para todo el año.

Los poetas son legión con sus estrofas y versos rimados cantando a las primaveras renovadas cada año y descubriendo la melancolía que envuelve los amores primeros. La primavera besaba suavemente la arboleda..., dejó escrito Antonio Machado. Otros hacen oídos sordos a la política y al pesado coronavirus que inunda las teles, y los sustituyen por la banda sonora de Vivaldi, mientras se llena de verdes esta estación que, a juicio de la Gloria Fuertes, es la más cursi de las cuatro.

Al Valle del Mesa llegará el sábado 21 de marzo, a golpe de suaves versos de nuestra poetisa molinesa Begoña Benito, con un recital en Villel y la presentación de su libro Latidos del Sabinar: “Entre los brotes de marzo, la adolescente sabina/desentumece sus brazos….” “Las sabinas, en su ciclo, vegetan aletargadas/De su coma las despierta/la estación más esperada…/” No digamos cuando el Sabinar de la Sierra de Solorio, el más extenso de Europa, en el contiguo vértice interprovincial Guadalajara-Zaragoza-Soria, inunde la zona con su embriagadora nube de pólenes.