La razón necesaria
16/04/2011 - 12:46
Idoia Mendia, portavoz del Gobierno vasco, es una mujer sensata que tiene a su favor en lo haber cometido errores en el siempre complejo papel que le ha tocado jugar. Mendia ha abogado por la necesidad que las distintas Salas y Tribunales que imparten justicia y establecen doctrina unifiquen criterios para que no surgan sorpresas y sobresaltos como, por ejemplo, la puesta en libertad del etarra Troitiño cuando aún le quedaban seis años de prisión después de haber cometido, nada menos, que 22 asesinatos.
Esta petición de Mendia debería extenderse al PSOE y al PP que en los últimos tiempos están protagonizando un debate que clama al cielo, que resulta decepcionante y que además es peligroso, muy peligroso en momentos en los que si bien se puede intuir el final de ETA (¿) son momentos especialmente delicados.
Es necesario que entren en razón y que ellos también unifiquen criterios. No puede ser que Jesús Eguiguren día si y día también de a entender estrategias y políticas que el Gobierno de Zapatero no practica, que haga valoraciones que no son compartidas y que incluso llegue a decir que si se ven obligados a llevar adelante determinadas políticas que el PP no les deja hacer, se verían obligados a prescindir de su apoyo. Naturalmente Patxi López le ha rebatido, no solo porque el pacto con el PP vasco es un pacto básico en la lucha contra ETA, sino porque bien sabe el lehendakari que si el PP vasco se retira, bastarían dos días para que su Gobierno se viera contra las cuerdas.
No puede ser que Jaime Mayor Oreja, día si y día también, lleve la zozobra afirmando, sin resquicio alguno para la duda, que lo que estamos viviendo es un proceso entre ETA y el Gobierno perfectamente diseñado por ambas partes dando a entender que a día de hoy continúan negociando como si no se hubiera producido una rectificación del Ejecutivo en la lucha contra ETA. Eguiguren y Mayor Oreja son dos referentes de la política vasca, dos históricos que han sentido en sus nucas el aliento de ETA, que han vivido días amargos. Estas circunstancias me llevan a mirarles con especial respeto pero ambos harían un magnifico servicio a sus respectivos partidos y al conjunto de la opinión pública si renunciaran a expresar en público sus personales teorías y dejaran en manos de las direcciones nacionales de sus partidos la política contra ETA.
Sin embargo, también en estas direcciones nacionales se impone una pizca de razón. Porque no es razonable y además es injusto que Elena Valenciano afirme que es una infamia que se reúnan los ministros de Interior del ex presidente Aznar, reunión que se produjo para presentar un libro sobre los años en los que Carlos Iturgaiz fue presidente de los populares vascos. ¿Dónde está la infamia?. Justo esta palabra, "infamia" fue la pronunciada por Maria Dolores Cospedal para comparar la foto del etarra que habiendo cumplido su condena brindaba desde el balcón de su casa con la de Rubalcaba y el caso Faisan. Nunca, en ninguna circunstancia, se puede comparar la foto de un etarra con la de un ministro de Interior.
¿Qué está pasando?. ¿A que viene tanta polémica y discurso encendido?. Es verdad que ocurren cosas que producen desasosiego pero por ello mismo Rubalcaba entre los suyos y Rajoy entre los propios deben poner orden, hacer un llamamiento al silencio o cuando menos a establecer, en ambos partidos, un único discurso y quienes no lo compartan que lo digan abiertamente, que digan que no están de acuerdo con Rubalcaba porque es un error ilegalizar a Sortu o que no están de acuerdo con Rajoy cuando, con buen criterio, se resiste a romper el pacto antiterrorista.
ETA ha vuelto a publicar su boletín Zutabe. No lo hacía desde hace mucho tiempo. No dice nada especial salvo mostrar su descontento con la actitud del Estado español. Nada de abandono de armas ni nada que haga intuir que están en disposición de hacerlo . Por ello, cuidado, mucho cuidado porque aquí no hay nada finiquitado y la última página de la historia de ETA no ha comenzado a escribirse aunque se detengan comando y se incauten dos toneladas de material para construir bombas. Son momentos delicados e inciertos en los que todo lo que no sea unidad entre los demócratas, compromisos serios y transparentes entre los dos grandes partidos, discursos compartidos e inequívocos, todo lo que no sea esto es tirar piedras sobre nuestro propio tejado,
Rubalcaba y Trillo mantienen su línea de comunicación pero dada la situación de desconcierto, de posturas encontradas, de decisiones sorprendentes no estaría de más que Zapatero y Rajoy abordaran, juntos, el momento, insisto que delicado, que estamos viviendo, Gane quien gane las elecciones generales va a seguir teniendo en su mesa de trabajo la carpeta de ETA que sí que es una cuestión de Estado. La sugerencia se puede calificar de ingenua pero no de innecesaria. Lo terrible y no descartable es que las circunstancias la hicieran imprescindible.