La responsabilidad de las cajas
01/10/2010 - 09:45
Editorial
El sector de las cajas de ahorros ha mostrado en España una pujanza y solidez renovadas en estos años de profunda transformación del negocio financiero. De hecho, lejos de perder posiciones, han reforzado notablemente su presencia en el sistema bancario, y lo han hecho con mayor intensidad que en etapas anteriores de su historia. Pero en momentos de crisis, como el que se vive en la actualidad, lo relevante para la gestión de las cajas de ahorros no es sólo la superación de los retos competitivos y la optimización de los resultados de su actividad mercantil, sino el reflejo último de estos resultados en el ejercicio de su vocación eminentemente social.
Ello pasa en gran medida por el desarrollo excelente de su obra social, como parte consustancial de las cajas de ahorros. Un buen ejemplo de ello es la caja provincial cuyo presidente, José Luis Ros presentaba ayer la nueva campaña que la campaña que bajo el lema 5 aes, 5 alientos vitales, pretende hacer partícipes a todos sus clientes sobre el destino que creen debe tener el dinero que la entidad otorga a su obra social, asociaciones, ONG u otro tipo de proyectos. Es un paso más en el compromiso de Caja de Guadalajara con la provincia y en su intención de hacer más partícipes a los ciudadanos es el destino de los fondos. No sólo es la segunda caja que porcentualmente más dinero dedica a su obra social de todas las entidades del país, con cerca del 30 por ciento de los beneficios a este fin sino que además se abre para recibir las propuestas de la ciudadanía. Proyectos como el de apoyo a mujeres víctimas de violencia de género y también a sus hijos menores o donaciones como la del vehículo adaptado para el reparto de comida a domicilio a personas mayores de 65 años que residan en la comarca del Señorío de Molina o la del autobús con 19 plazas para Cifuentes, que conecta la localidad con las pedanías, son sólo algunas muestras de la dimensión de las cajas en el ámbito de la responsabilidad social.