La responsabilidad de ser leyenda

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

TE CUENTO
Es un hecho. Una de las estampas más propias de esta provincia es la de un molinés paseándose en manga corta mientras las personas que se encuentran a su alrededor están forradas de ropa y rompen las reglas del protocolo sin pudor para buscar en el contacto corporal el calor que niega la climatología.
Si ayer en la capital la gente se quejaba del frío con un grado bajo cero, en Molina de Aragón defendían que 10 grados bajo cero tampoco son para tanto. En Sigüenza también recordaban que a ellos estas temperaturas tampoco les son tan extrañas, pero, cosas de la mitología provincial, los serranos no han conseguido alcanzar el escalón de reconocimiento que hace años conquistaron los molineses. De todas formas, lo que sí está claro es que en ambos sitios se pasa frío. Otra cosa, como recordaba el alcalde de Molina, David Pascual, es lo que ocurrió hace varios años, cuando los termómetros tuvieron el valor de situarse en los -24 grados. “Eso sí complica la vida”, señala. Complicar, lo que es complicar, la complican cuatro grados bajo cero. Cuando baja de 20, lo que hace la vida es peligrar, pero claro, un molinés no puede reconocer eso.