La reunión PP vasco-PNV

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

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El comentario
Cayetano González / Periodista
Que las direcciones de dos partidos como la del PP del País Vasco y la del PNV se reúnan no debería constituir un especial acontecimiento informativo, salvo que haya, como en el caso del encuentro de hoy en Bilbao entre Antonio Basagoiti e Íñigo Urkullu, una serie de factores que le confieren un morbo añadido. Se ha hecho hincapié en que es la primera vez que un dirigente del PNV entra en una sede del PP del País Vasco. Siendo esto verdad, también lo es que en 1996 el otrora poderoso Xabier Arzalluz no solamente se reunió con José María Aznar en la sede nacional del PP de la calle Génova, sino que incluso dio una rueda de prensa con el símbolo de los populares -la famosa gaviota- encima de su cabeza. Eso sí que fue una foto con morbo.
Con la reunión de hoy entre dirigentes del PP vasco y del PNV, los primeros seguramente persiguen varios objetivos. En primer lugar, transmitir a la opinión pública que su capacidad de interlocución con los nacionalistas ha mejorado con respecto a tiempos pasados. En segundo lugar, mandar un mensaje tanto a Zapatero como a Patxi López. Al primero, para que no crea que tiene el monopolio del apoyo del PNV en Madrid; y al segundo, para que no piense que el apoyo que le prestaron para llegar a Ajuria Enea es infinito e ilimitado.

Espero que Basagoiti y los suyos no sean tan ingenuos de pensar que con este tipo de reuniones el PNV va a cambiar sus postulados fundamentales como, por ejemplo, poner en sordina su proyecto independentista en el que tanto se empeñó y con tan poco éxito el lehendakari Ibarretxe. Este PNV sigue siendo el mismo que pactó con ETA en Estella en 1998 la exclusión de los partidos “españolistas” de las instituciones vascas. Este PNV sigue siendo el mismo partido que no ha apoyado nunca ninguna de las medidas que desde el Estado de Derecho se han tomado en los últimos años para buscar la derrota de ETA. Este PNV sigue siendo el mismo partido profundamente desleal con la democracia española, de la que tanto ha recibido y a la que tan poco ha aportado.

En cuanto al intento de mandar un mensaje intranquilizador al presidente del Gobierno y a Patxi López tampoco creo que los populares vascos lo consigan. El primero va a emplearse a fondo para conseguir el apoyo del PNV a los Presupuestos Generales del Estado del año que viene. En cuanto al segundo, aunque debería estar agradecido por el apoyo generoso que recibió del PP hace un año para ser lehendakari, sabe que el futuro político en el País Vasco no pasa por reeditar el pacto actual entre socialistas y populares. Es más factible y probable que vuelva a haber un gobierno vasco de coalición PNV-PSE o incluso -si la izquierda abertzale vuelve a ser legalizada- que se forme un Ejecutivo en Vitoria similar al actual tripartito de Cataluña, con la única diferencia de que en lugar de que el vicepresidente de ese gobierno sea Carod Rovira, ese puesto lo ocupe Arnaldo Otegui. Y si no, al tiempo.