La reunión
17/02/2011 - 00:00
ara qué queríamos más. Después de una bronca sesión de control en el Congreso, allí mismo, el Presidente del Gobierno decide reunirse con el Presidente de la Cámara Baja, José Bono. El encuentro no estaba en agenda alguna y duró algo más de una hora. Ni qué decir que semejante encuentro desató toda clase de especulaciones y para rematar la faena, Bono, en respuesta a las preguntas de los periodistas lanzo un enigmático "hemos hablado de lo que ustedes imaginan".
Y puestos a imaginar, se pueden imaginar algunas cosas. No será nada sorprendente que dadas las fechas en las que nos encontramos, a menos de cien días de unas elecciones que prometen ser todo un test para las generales, con unas vacaciones de por medio, Zapatero y Bono hayan hablado del calendario legislativo. Realmente quedan pocas semanas hábiles y el Gobierno tiene que llevar al Congreso el decreto sobre la reforma de las Cajas para ser convalidado por el pleno, así como la negociación colectiva que en estos momentos es objeto de negociación entre los agentes sociales. También podemos imaginar que pudiera tratarse de una iniciativa surgida sobre la marcha para quitar sitio a la sesión de control en la que se habló de corrupción, además del asunto Faisán. En fin, que la imaginación es libre y ahí nos tenemos que quedar porque, de momento, es imposible tener una versión fidedigna de lo tratado y ninguno de sus protagonistas está en la tarea de contarlo.
En cualquier caso, lo único que parece seguro es que al Presidente parece no importarle que se disparen las especulaciones, que algunos se pongan más nerviosos de lo que ya están. Dan ganas de pensar que incluso este jueguecito de "me presento, no me presento" le hace, incluso, un poco de gracia.
Pero las cosas no están para bromas y aún entendiendo que el Presidente puede tener argumentos convincentes para no dar a conocer su decisión última ,lo que no se entiende bien, lo que ya no tiene gracia es que ,de manera bien deliberada, se alimenten las especulaciones porque eso y no otra cosa provocó la famosa reunión del miércoles en el Congreso. No se puede pedir a los suyos propios que acallen el debate y al mismo tiempo propiciarlo.
El Presidente ha dicho una y mil veces que la legislatura se va a agotar, que llegaremos a Marzo. Lo ha dicho tantas veces como veces ha proclamado sus reticencias a la energía nuclear y ahí tenemos la prórroga de todas ellas porque "las circunstancias cambian". Y tanto que cambian. ¿Se imaginan lo que pueden cambiar si los pronósticos de las encuestas se cumplen y el PSOE ve diezmada su presencia en Ayuntamientos y autonomías?. Que nadie descarte ninguna sorpresa porque de la sorpresa ha hecho el Presidente su libro de estilo.