La Selectividad: el sistema menos malo
01/10/2010 - 09:45
Por:
Editorial
Ayer, llegaba el momento definitivo, al que se enfrentaban casi un millar de alumnos guadalajareños: conocer su nota de Selectividad. Aunque el 82 por ciento de los 905 presentados resultó apto y podrá escoger ya especialidad universitaria, lo cierto es que los resultados son peores que los de cursos anteriores.
Quizá es la consecuencia más directa de los cambios que ha sufrido en esta edición la Prueba de Acceso a la Universidad. Los estudiantes se han encontrado una serie de novedades, que tenían como objetivo que el alumnado afinase su elección de un estudio y favoreciera una actualización y adecuación al Espacio Europeo de Educación Superior (EEES). El resultado marca el camino de los estudiantes, pero esta vez, se supone que con criterios más lógicos y flexibles, en los que, además de las pruebas generales (más reducidas) se han tenido en cuenta los exámenes específicos que valoraron intereses concretos más relacionados con la titulación de grado que se quiera cursar. Sin embargo, la nueva prueba parece contar con más de un claroscuro, que en lugar de facilitar la formación, parece complicarla aún más. De hecho, el alumnado tiene que tener meridianamente claro lo que va a estudiar desde cuarto de ESO, ya que al término de este curso tiene que elegir una modalidad de Bachillerato que le va a condicionar más que en el anterior modelo. Esto es un gran inconveniente, si tenemos en cuenta que en la mayoría de los casos el alumnado de ese nivel está muy perdido en lo que se refiere a lo que va a hacer con su futuro. En cualquier caso, el esfuerzo se compensa, según las notas, con una garantía de entrada en la universidad. Por complicado que sea apreciar el grado de conocimiento en tres días, la Selectividad sigue siendo el sistema menos malo de reparto de opciones, que este año, con la introducción de criterios más racionales ha buscado una mayor equidad.