La Solana será una fiesta el domingo para celebrar el ascenso del Marchamalo
Casi 80 niños de las escuelas recibirán al equipo en el césped con banderas, y además visitarán al Ayuntamiento y al Cristo Gallardo. El partido será el domingo a las 18.00 horas.
Menos de una semana después de hacer historia, los protagonistas del logro deportivo más importante de la historia del Marchamalo aún no son conscientes. De hecho el presidente, Juan Antonio del Castillo, reconoce “seguir en una nube”, mientras que Aitor Gómez asegura que es “el hombre más feliz del mundo”.
Este domingo el club ha preparado una fiesta para celebrar el ascenso. En el campo, 75 niños de las escuelas recibirán con banderas al equipo, y tras el choque, irán al Ayuntamiento a realizar una ofrenda al Cristo Gallardo.
El entrenador es la figura más cruel del mundo del fútbol, si las cosas van mal es al primero al que se mira, pero si van bien, no se le reconoce todo lo que se debería. Pero lo que ha hecho Aitor Gómez con el Marchamalo merece un gran reconocimiento. Coger al equipo en Preferente, devolverlo a Tercera y en el primer año ascender a Segunda RFEF recuerda, salvando las distancias, a la hazaña de Brian Clough con el Nothingam Forest. Aitor es un apasionado del fútbol que llegó al Marchamalo por casualidad, y es que como él recuerda “iba a renovar con el Hogar Alcarreño pero me dijeron que no contaban conmigo y casi me quedo sin entrenar, pero apareció el Marchamalo”.
Es un trabajador incansable, y de hecho, recuerda como antes de que se supiese si este año se iba a poder jugar, él y su equipo trabajó un mes y medio sin cobrar: “Tenía claro que el equipo venía con una dinámica positiva de Preferente, y que si empezábamos bien el equipo se iba a seguir sintiendo ganador. Los jugadores pensaban que estaba zumbao, pero yo les decía que si me hacían caso haríamos grandes cosas, y así ha sido”. De hecho, antes de empezar la temporada, Aitor asegura que le dijo al presidente que serían campeones de liga y que llevarían a un Primera División a La Solana en la Copa del Rey, “la gente no me cree, pero preguntárselo al presi”, y así es, pero lo más llamativo es que Juan Antonio del Castillo, lejos de tomarle por un loco, pensó que era capaz “porque le habíamos visto trabajar”.
Para Aitor, la clave es que “hemos conseguido que todo el mundo creyera en la misma idea, que remasen juntos sin saber si llegaríamos a la orilla”, empezando por los jugadores, los cuales “han tenido un compromiso total, sin estar pasados de peso en ningún momento”. Además, aunque el rendimiento ha sido superior al esperado, reconoce que “para firmar a un jugador hago 15 llamadas de teléfono para conocerlo o intento firmar jugadores que ya conozco, nada es casualidad”.Pero también agradece el trabajo de su cuerpo técnico, sin el cual “no habría sido posible, todo ha estado controlado al milímetro y ha sido gracias a ellos”.
Recuerda también cuando se les ha subestimado, algo que les ha alimentado. De hecho, comenta que en algunos entrenamientos ha tenido miedo de que los jugadores llegaran a las manos por la intensidad, algo que confirma el presidente “les he tenido que dar voces en ocasiones para que parasen”, pero para Aitor “se juega como se entrena, es mi forma de ver el fútbol”.
A falta del partido del domingo, toca pensar en el reto que viene por delante. El presidente se sincera y reconoce que “me asusta”, pero “cuando sepamos el grupo y empecemos a ponernos en marcha todo irá rodado”. Aitor por su parte es más ambicioso, y asegura que para renovar “voy a pedir que no sea un año de transición”. El entrenador quiere que el club haga un esfuerzo para intentar mantenerse y es que “no quiero estar en un equipo que en diciembre esté descendido, quiero intentarlo aunque luego salga mal, esto es fútbol”, y añade que “quiero ser entrenador profesional y sé los pasos que quiero dar, quiero estar en Marchamalo y la directiva quiere que esté, pero primero tenemos que sentarnos y renovar, y luego empezaremos a buscar jugadores que, sobre todo, tengan ilusión”. Por su parte, Juan Antonio del Castillo comenta que “queremos hacer un papel digno e intentar mantenernos”, y que al haber predisposición por las dos partes, “creo que seguirá con nosotros en cuanto lleguemos a un acuerdo económico, que espero que no sea difícil”.