La vara de medir

16/12/2010 - 00:00 Julia Navarro

 
Ultimamente la economía no deja de producirnos sobresaltos. Por ejemplo, la Agencia Moody's ha lanzado una amenaza: piensa rebajar la calificación de España si nuestro país no hace más reformas que impliquen un mayor ahorro en las Administraciones. O sea, que podemos ponernos a temblar porque en estos momentos el Tesoro Público ha colocado en la subasta de obligaciones a 10 y 15 años nada menos que 2.400 millones de euros a más del 5 por ciento, una cifra que no se alcanzaba desde 1997. Por si fuera poco, sus señorías que forman parte de la Comisión del Pacto de Toledo ya nos han anunciado que vamos a tener que trabajar más porque se va a ampliar el periodo de tiempo trabajado para calcular lo que cobraremos por las pensiones. Eso sí, mientras tanto, las Cajas de Ahorro ofrecen a sus empleados que se prejubilen a partir de los 55 años y cobrando el 90 por ciento del salario. O sea que en nuestro país se dice y se hace lo mismo y lo contrario. Porque no es de recibo que haya trabajadores que pueden acceder a un tipo de jubilación y trabajadores que tienen que aceptar sin rechistar lo que se diga desde la Comisión del Pacto de Toledo. En esto de las jubilaciones el propio Gobierno es el principal culpable de haber facilitado, ley en mano, que en los últimos años haya miles de trabajadores que se han jubilado a edad temprana, rondando la cincuentena, y naturalmente que cobren sus pensiones a cargo del erario publico mucho antes de tiempo. En realidad el Gobierno viene aplicando una doble vara de medir. Tengo amigos que trabajaban en RTVE a los que les jubilaron a la fuerza. Están en perfectas condiciones, es más, es ahora pasados los cincuenta cuando tienen la sazón perfecta para ejercer el periodismo sin trampas ni cartón. Pero les han enviado a casa y no para dar paso a nuevas generaciones. Y como en RTVE ha sucedido en otras muchas empresas. Verán a mí me parece escandaloso que algo haya sucedido y suceda. Me parece que un país no puede desprenderse de gente experimentada y mandarla a casa porque son trabajadores que cuestan un poco más que los jóvenes. Me parece un desperdicio de talento e inteligencia. Pero es lo que se ha estado haciendo y a lo que parece se va a continuar haciendo ahora en las Cajas. Así que mientras unos trabajadores no nos vamos a poder jubilar hasta los 67 o más otros ya preparan su jubilación a los 55. Y esto se prepara bajo los auspicios del Gobierno. Parece que una vez más se hace realidad eso de hecha la ley, hecha la trampa. Porque lo que se hace con la mano derecha se permite que se deshaga con la izquierda. Estoy entre quienes piensan que uno se debe de jubilar cuando quiera, pero a partir de una edad y dependiendo de la profesión. Me parece estupendo que un minero o un bombero se jubilen a los 55, pero es más que cuestionable que lo haga un oficinista, un profesor, un médico, un periodista, etc. Y organizar jubilaciones masivas para que a las empresas, o en este caso a las Cajas, les cuadren las cuentas, me parece lisa y llanamente que es jugar con las cartas marcadas. Y volviendo al susto que nos da la Agencia Moddy*s, es evidente que España está entre los países que los especuladores tienen enfilado y que debemos de andar con pies de plomo. Hay que ahorrar, sí, y además hay margen para ahorrar. Pero no rebajando las pensiones, ni quitando la subvención a los parados de larga duración, ni desmantelando la sanidad pública, ni quitando medios a la educación. Es más, estas partidas presupuestarias son las únicas en las que no se debería de ahorrar aunque sí mejorar la gestión de los recursos. Pero hay otras muchas partidas en las que se puede y se debe de ahorrar. Es evidente que el Estado de las Autonomías necesita una transformación, que no es posible que se tripliquen los organismos y las funciones, que hay representaciones "diplomáticas" de las comunidades autónomas en el extranjero que se deberían de cerrar, precisamente para ahorrar, o que sobran asesores en ministerios, Presidencia de Gobierno central o de comunidades autónomas, hay que replantearse cuánto nos cuesta tener desplegadas nuestras tropas en Afganistán, etc, etc, etc. Es decir hay de donde recortar sin que eso suponga un sufrimiento para los ciudadanos. El Gobierno está en una encrucijada donde se ve sometido al vaivén de los mercados día sí y día también, y le están exigiendo más ahorro y más recortes. Debe de hacerlos porque sino nos hundirán, pero eso sí, que recorten de aquellas partidas que no suponen un quebranto para el Estado de bienestar, y eso sí, que sea un poco más coherente, y no obligue a unos a trabajar hasta los 67 y a otros a jubilarse a los 55. Esto no es admisible por injusto.