La vieja guardia del PP

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Federico Abascal
Angel Acebes comunicó ayer a los medios, ¿por qué ayer?, que no quiere seguir siendo secretario general del PP, aunque permanecerá en el cargo hasta el congreso de junio.
Zaplana anunció que se iba a Telefónica el día en que Rajoy se reunía con el grupo parlamentario popular del Congreso, y tal vez sea pura coincidencia, pero Acebes informaba ayer de que “ha cumplido una etapa”, que ya da por cerrada, a la hora en que los senadores del PP celebraban con Rajoy una reunión en el Senado. La salida de Zaplana inspiró comentarios y análisis sobre la soledad en que empezaba a encontrarse Rajoy, con los primeros espadas de su partido haciendo mutis por el foro o acumulando en el grupo parlamentario, caso de Pizarro y otros, sentimientos o resentimientos de frustración.
Pocos analistas interpretaron la estampida de Zaplana como un alivio para un Rajoy que se habría sentido durante cuatro años aprisionado por dos celadores de Aznar. El otro celador sería Acebes, al que Rajoy dedicaba ayer frases de sincero afecto, agradecido a su lealtad. Acebes, en efecto, ha sostenido a Rajoy en alguno de sus momentos más delicados. Acebes es una buena persona. Zaplana explicó su mutis por sentirse políticamente “achicharrado”, lo que era cierto, pero de Acebes podría decirse que no se siente en condiciones de estirar más su cuerda política que, por otra parte, se le habría acabado desde hace meses (o cuatro años, según el purismo analítico).
Tenemos, pues, a Rajoy sin nadie a sus flancos y respirando una libertad enrarecida y presionada desde dos enclaves de Madrid, Génova 13, cuartel general del PP, y Puerta del Sol, sede del gobierno regional de Esperanza Aguirre. La alcaldía de Ruiz-Gallardón, trasladada ya a la plaza de Cibeles, mantiene una pasividad circunstancial. A través de algunos despachos de Génova y, especialmente, desde sus propios altavoces, la vieja guardia del PP también ha salido a escena, y por eso nos hemos enterado de que Aznar y Rajoy están muy preocupados por “el momento más crítico y difícil del partido” desde su refundación. Lo ha dicho Mayor Oreja, quien habría intentado transmitir el mensaje de que la vieja guardia del PP no quiere quedarse fuera de la solución que deban aplicarse a la crisis.
Zaplana y Acebes son conscientes de que deben alejarse un tiempo de las candilejas políticas para dejar paso a quienes lleguen, pero la vieja guardia, invocando el nombre de Aznar, quien se deja invocar gustosamente, pretendería volver a las cumbres del partido por considerarse sin responsabilidad en las dos derrotas electorales del PP o con su responsabilidad purificada por cuatro años de alejamiento.