La violencia del desarraigo
01/10/2010 - 09:45
Editorial
El 50 por ciento de las denuncias presentadas en Guadalajara por violencia machista proceden de mujeres inmigrantes. Así lo aseguró ayer la subdelegada del Gobierno en Guadalajara, Araceli Muñoz, quien hizo balance de un año especialmente negro en Guadalajara en materia de violencia de género.
Ana Naranjo, la mujer que fue asesinada en el barrio de Adoratrices por su pareja, que después se lanzó a la A-2 desde la pasarela, y el caso de Sylvina Bassani, asesinada en Alovera junto a su pareja y ante los atónitos ojos de su pequeño, han sembrado de sangre el año 2008 en la provincia. Casualmente también la escalofriante cifra que relaciona a las inmigrantes con este tipo de violencia se cumple en estas dos muertes, una de ellas era argentina. La violencia contra las mujeres sacude a todo el género femenino pero en nuestro país se ceba claramente con el colectivo inmigrante. Historias de desarraigo, de exclusión, de falta de recursos y de sueños rotos salpican estas agresiones y asesinatos que hoy se recuerdan hasta en una veintena de actos en distintos puntos de la provincia. Hasta 370 denuncias se registraron en Guadalajara hasta el mes de octubre, mientras que en todo 2007 fueron 371. ¿Aumentan los casos de violencia de género? En principio, lo que crece es el número de mujeres que se atreve a denunciar a sus agresores. Un factor importante, puesto que el silencio de las víctimas se convierte muchas veces en cómplice de los verdugos. No en vano, en nuestro país 7 de cada 10 mujeres asesinadas por sus parejas no habían presentado denuncias previas. El silencio será roto hoy en Guadalajara por las miles de voces que clamarán contra el miedo que atenaza a las 410 mujeres que en la provincia tienen órdenes de protección. La sociedad quiere que hoy y los 364 días restantes del año estas mujeres y todas las que aún no se han atrevido a denunciar a sus agresores no se sientan solas, no se sientan desamparadas y se sientan protegidas.