Las claridades programáticas del PP

01/11/2011 - 14:03 Pedro Calvo Hernando

 
Junto a las numerosas ambigüedades programáticas del partido de Mariano Rajoy hay algunas propuestas un poco más claras, como son, sin duda, la bajada de impuestos al capital y la facilitación de amplias reducciones de salarios, en la misma dirección que la actual política del PP a favor de las privatizaciones de la sanidad y la educación y el estrechamiento de las políticas sociales. Todo ello se entiende perfectamente viniendo de un partido de la ideología a que el PP está adscrito y no creo que deba sorprender a nadie, ni siquiera a los españoles perjudicados por las políticas que se anuncian y que, sin embargo, tienen ya decidido su voto por los de Rajoy. Yo creo que a este partido lo único que habría que pedirle es más claridad y más transparencia en la exposición de sus intenciones, para que absolutamente nadie pudiera luego llamarse a engaño. Un partido conservador, de derechas y con una fuerte presión del hispano Tea Party o de lo que aquí llamamos extrema derecha o derecha extrema, no puede ofrecer otra cosa que lo que está ofreciendo, aunque le roguemos que no lo haga. Mientras tanto, Rubalcaba y sus muchachos se desgañitan en la oferta de un programa socialdemócrata, con la mala suerte de que los más recientes acontecimientos económicos no contribuyen nada a reanimar a la España progresista que en otras ocasiones ha apoyado con firmeza al PSOE en las elecciones. Muchos compatriotas en situación precaria en lo económico y en lo social piensan que votando al PP van a entrar como por milagro en ese maravilloso mundo de acomodados y ricos que desde siempre votan por la derecha. Pronto saldrán de ese sueño engañoso y pedirán cuentas airadamente a los muy probables nuevos gobernantes de España y seguramente volverán a donde solían. En todo caso, y en medio de la vorágine de ofertas electorales, desde un punto de mira patriótico y de sentimientos humanos y/o cristianos, hay que abogar por el ideal de que desde todas las laderas políticas exista la decisión de gobernar para el bien de todos los españoles, como Dios manda.