Las dos caras de CIU

28/12/2010 - 00:00 Julia Navarro

 
Mientras Duran LLeida ofrece el rostro más templado y de hombre de Estado en Madrid, Artur Mas ofrece el rostro mas independentista en Cataluña. No sé si es un reparto de apeles o simplemente ambos son absolutamente sinceros, y el uno, Duran, es realmente un político que se siente cómodo siendo catalán y español, y el otro, Artur Mas acaricia el sueño independentista. En su primer día como presidente de la Generalitat, Artur Mas nos ha dejado unas cuantas perlas que auguran un futuro incierto o cuanto menos no exento de tensiones entre Barcelona y Madrid. Por ejemplo al señor Mas le parece que España es un Estado artificial, (no debe de saber que es uno de los Estados más viejos de Europa) mientras que Cataluña es milenaria. ¿Y que cree que es Castilla, o Andalucia, o Galicia, etc? Reconozco que los discursos identitarios me sobresaltan por lo de que tienen de rancios y peligrosos. En las ideologías identitarias está el germen del fascismo, por duro que suene escucharlo, y también decirlo. Tampoco es un buen augurio que el nuevo residente de la Generalitat haya decidido hace caso omiso al Tribunal Supremo que ha dictado que la educación en castellano es un derecho también en Cataluña. Lo peor de este capitulo es que los socialistas catalanes han decidido avalar esta desobediencia como si tal cosa sin que al Gobierno se le mueva una ceja siquiera de disgusto. A pesar de todas estas señales preocupantes hay quienes creen que Mas va a mantener un discurso público de línea soberanista o independntistas peor a que a la hora de la verdad no pasará de las palabras a los hechos. Yo la verdad creo que el solo hecho de mantener una posición como la que apunta Artur Mas ya es un motivo de preocupación y de alarma. Y mientras sus políticos se dedican a cuestiones identitarias Cataluña sufre, como el resto de España, los efectos devastadores de la crisis económica ,y además las consecuencias de una pésima gestión, la del tripartirto. Artur Mas debe de creer que le han votado para llevar a Cataluña hacia la independencia y no por el deseo de los catalanes de tener un gobierno que haga una buena gestión y resuelva sus problemas añorando los tiempos en que gobernaba Jordi Pujol. Pero si Artur Mas se enfanga en el discurso identitario los catalanes volverán a sentirse defraudados. Es una pena que el peso de la responsabilidad de gobernar Cataluña no recaiga en un hombre del perfil político de Duran LLeida, que en todas sus intervenciones en el Parlamento viene demostrando que no solo tiene una idea aquilatada de lo que debe y puede ser Cataluña sino también de lo que puede y debe de ser España. A pesar de formar parte de la misma coalición creo que Duran y Mas no son las dos caras d ela misma moneda.