Las dudas ahogan

14/05/2011 - 00:00 Carmen Tomás

 
Los inversores siguen dudando de la capacidad de la economía española para afrontar el futuro, para reducir el déficit público, ya nos están pidiendo de la UE un recorte adicional de 12.000 millones, y hasta el pago de sus deudas. Lógicamente, todo ello está teniendo su reflejo en el comportamiento de la bolsa y en el de la prima de riesgo. El IBEX sólo el viernes se dejó un 1,25 por ciento, lastrada por las dudas. España está estancada. El PIB creció según el INE un 0,3 por ciento en el primer trimestre del año, dato que tiene poco que ver con la EPA que conocimos a finales de abril. En todo caso, insuficiente. Los expertos andan un tanto sorprendidos por este dato y ya los servicios de estudios han comenzado a lanzar previsiones que ponen a España en la cuerda floja y desde luego con unas perspectivas de crecimiento para el año que nada tienen que ver con las del Gobierno. Zapatero se ha empeñado en mantener la previsión de crecimiento del PIB en 1,3 por ciento, pero no hace nada para que ese dato se logre.
   El viernes, la reunión de Moncloa con los agentes sociales para la reforma de aspectos fundamentales del mercado laboral quedó en nada. No hubo foto, a pesar de que Zapatero canceló una reunión en Noruega alegando precisamente la importancia del encuentro con los agentes sociales. Además, en las últimas horas tanto el BCE como el Banco de España han alertado a Zapatero de la necesidad de acometer las reformas en serio, sobre todo las del mercado laboral y el sistema financiero. La preocupación máxima es el paro. Con la tasa de desempleo que tenemos no habrá crédito, ni consumo, ni inversión.
   El tiempo se le agota al presidente, empeñado parece en que pongan a España otra vez en la picota. Desde luego, podría decirse que no gobierna, que está esperando no se sabe qué, mientras la economía española se desangra. Las dudas sobre Grecia hacen mella, más en los más débiles. A todos los europeos les importa la gravedad de esta nueva crisis de deuda. Pero, no cabe duda de que se afronta mejor desde Alemania, con un crecimiento de su PIB cinco veces mayor que el de España.