Las facturas de Zapatero

15/05/2011 - 00:00 Consuelo Sánchez-Vicente

 
Los partidos políticos echan el resto el último fin de semana de las campañas porque según los expertos electorales es su última oportunidad de movilizar a los indecisos, cosa que interesa sobremanera como es fácil de comprender a los que salen peor parados en la foto de las encuestas, como el PSOE. No se donde se va a esconder Zapatero si se confirman los pronósticos de intención de voto de las última encuestas publicadas que, en la inevitable extrapolación de municipales a generales y de pulso entre él y Rajoy dan de forma unánime ganador al popular con la única duda de la magnitud de la derrota socialista. Es decir, si el PSOE "solo" pierde o si además se hunde.
  Si consiguen salvar los muebles, o ni eso. La credibilidad de los políticos es difícil de ganar, fácil de perder y casi imposible de recuperar cuando se pierde. Falta que hablen las urnas, la única encuesta válida, hasta que eso ocurra no se puede dar nada por hecho, pero lo que las encuestas y el "run run" de la calle indican es que los esfuerzos humanos y materiales que ha redoblado este fin de semana el PSOE para movilizar a "sus" indecisos y que voten el 22-M llegan tarde. El desplome que desde que empezó la crisis viene registrando la popularidad del presidente Zapatero tanto en las encuestas "amigas" como en las contrarias ha hundido su credibilidad y la de su Gobierno, y la infección podría haberse extendido a las posibilidades electorales de su partido. Sin cura conocida.
  La noche del 22-M sabremos si, como dicen las encuestas, ni siquiera el anuncio de Zapatero de que no repetirá una tercera vez como cartel electoral del PSOE es capaz de parar la hemorragia de votos de su partido, de momento cara a las elecciones municipales y autonómicas del domingo que viene, pero quizá también para las generales de ¿marzo de 2012? Depende de lo que ocurra el domingo que viene. El deseo del presidente del Gobierno, como es sabido, es agotar la Legislatura, y "tocar" las generales "tocan" en marzo. Pero si se confirma el peor de los escenarios de los sondeos y el 22-M el PSOE se hunde en las urnas, es posible que Zapatero se vea obligado por la realidad a adelantarlas a este otoño. Para el PSOE sería un serio contratiempo: algo más que "agradecerle" a su líder, otra factura. Los socialistas necesitan el otoño para elegir nuevo cartel electoral, cosa que según sus Estatutos hay que hacer en unas elecciones primarias; pero si hay adelanto de las generales probablemente tendrán que recurrir al "dedazo" más o menos disfrazado de aclamación de todo indica que de Rubalcaba. No descarten que el próximo trabajo de Zapatero sea huir del Cobrador del Frac.