Las malas noticias cotizan

10/04/2011 - 00:00 Carmen Tomás

 
El principal indicador de la bolsa madrileña subió en la semana un 1,7 por ciento y suma ya tres consecutivas. El selectivo se quedó a las puertas de los 11.000. Las noticias no han sido buenas, pero aún así los inversores no se han amilanado. Es posible que lo tuvieran descontado, pero realmente han desafiado un rosario de noticias preocupantes, sobre todo para la recuperación de la economía española. Finalmente, el FMI ha confirmado que Portugal ha pedido ser rescatada. Se baraja la cifra de 80.000 millones de euros, de los que España avalará unos 5.000 millones y la fecha para su consumación cercana al 16 de mayo. El BCE decidió el jueves subir un cuarto de punto los tipos de interés.
    Quizás cotizaron más las palabras prudentes del presidente de la institución, Trichet. La reacción del euro no tardó en aparecer y la moneda única se elevó hasta superar los 1,44 dólares, el valor más alto en 15 meses. Por si fuera poco, el petróleo Brent, el de referencia en Europa, alcanzó los 125 dólares. Todos estos datos incidirán de lleno en la recuperación de la economía española, aunque alguno como los más altos tipos de interés le vendrán bien a países como Alemania a pleno rendimiento y que esperemos acabe tirando algo de nuestras exportaciones, lo único a lo que por cierto se acoge nuestro gobierno para mantener su previsión de crecimiento del PIB en el 1,3 por ciento para este año.
   Esto, precisamente, la revisión del cuadro macroeconómico hasta 2014, ha sido otra de las claves de la semana. El gobierno ha decidido mantener su expectativa de crecimiento de la economía para 2011, aunque se ha visto obligado a revisar el dato de paro que lo cifra en el 19,8 por ciento. De hecho, aún con aumentos del PIB superiores al 2 por ciento para 2012, 2013 y 2014, el desempleo sigue en cotas trágicas, se situará según el ejecutivo en el 16 por ciento de la población activa dentro de cuatro años. Por lo demás, estas previsiones son en bastante medida un brindis al sol y se fía a aumentos comedidos de la demanda nacional y subidas moderadas de las exportaciones. En ningún caso, y menos para este año, las previsiones del Gobierno coinciden con las de los distintos organismos internacionales ni con las del Banco de España que prevé para este año un aumento del PIB de apenas el 0,8 por ciento y tasas de paro del 20 por ciento para este año y el próximo. La verdad es que la ministra Salgado no transmitía realismo en su comparecencia ante los medios de comunicación.