Las mujeres también podemos, señor Román

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Por:
Cartas al director
ARACELI MARTÍNEZ ESTEBAN / Diputada regional del PSOE
Estimado Sr. Alcalde:
Me ha causado estupor la encendida reacción que le ha provocado mi propuesta de gratuidad para los aparcamientos del casco antiguo de Guadalajara mientras éste se encuentre levantado por las obras. Confío que en su doble condición de alcalde y presidente provincial del PP no tenga inconveniente en aceptarla, toda vez que usted ha animado a sus diputados regionales a presentar una propuesta similar, ésta relacionada con el Hospital General. Espero que no le importe si me muestro algo taciturna. He echado de menos esa misma contundencia y rapidez, con la que se ha apresurado a descalificarme, para impedir que el alcalde de Yebra solicitase el ATC. Usted y él han ocasionado un grave problema a esta provincia que antes no teníamos.

Pero eso es harina de otro costal. Centrándome en las acusaciones que ha vertido sobre mi persona a modo de cortina de humo para evitar pronunciarse de lo que todos hablan, que no es sino su nefasta gestión como alcalde, decirle que algo de razón tiene. Sí, en la legislatura pasada fui concejala, cobraba por ello y, de vez en cuando, iba a Toledo. Sr. Román, usted que durante largo tiempo ha compaginado cargos y sueldos de alcalde de Guadalajara, Senador del Reino, médico y presidente provincial del Partido Popular, no debería molestarle que una convecina suya, que durante cuatro años fue portavoz del Partido Socialista de Castilla-La Mancha, tuviera que desplazarse cada quince días a Toledo para ofrecer una rueda de prensa. De verdad, mi intelecto no acierta a entender por qué usted sí era capaz de simultanear cuatro cargos de exigencia diaria y yo no podía ir a la capital regional dos veces al mes. ¿Acaso es cuestión de genética? Confieso que en mi etapa de concejala de Igualdad, Sostenibilidad y Educación tuve que ir a menudo a Toledo. Tras el devastador paso de usted y los suyos por el Ayuntamiento, en 2003 la asignación presupuestaria que tenían estas áreas era ridícula y el personal adscrito tan reducido en número como eficaz y comprometido en resultados. La exhausta hacienda que nos legaron obligó a agudizar el ingenio.

Dudo que entienda de lo que hablo, pues los acuerdos y convenios con el Gobierno de Castilla-La Mancha le producen urticaria. Gracias a aquella línea de colaboración con los distintos organismos regionales, conseguimos financiación directa para muchos proyectos y aligeramos a las arcas municipales de otras cargas que nos permitieran disponer de más recursos. Aquello hizo posible que de los 37.833’71 € para políticas de igualdad que en 2003 presupuestaron ustedes, en 2007 se convirtieran en casi 163.000 €, a los que hay que sumar el presupuesto que no se gestionaba directamente desde la concejalía pero que contribuía al propósito de la Igualdad a través de las acciones transversales. En cuanto a las otras delegaciones, mejor pasarlo por alto. No fue difícil crecer y crecer. En recursos, programas y dinero. Partíamos de cero porque ustedes no les dedicaron ni un céntimo de euro.

No pretendo hacer un relato de los logros cosechados, sr Román. Pero le refrescaré la memoria con los más importantes, que alguno seguro le suena. El 1er Plan de Igualdad Municipal, la prevención de la violencia de género en el medio educativo, las acciones de promoción de la Igualdad entre la ciudadanía y, en especial, entre niños y niñas, o las campañas de sensibilización, una de las cuales, la de corresponsabilidad, difundieron ustedes tras ganar las elecciones. Aún hay más. La creación de una comisión mixta para resolver la concesión de subvenciones, que acabó con la fórmula del reparto equitativo sin atender a las actividades y necesidades; el programa Kanguras y la puesta en marcha de un teléfono de teleasistencia a las víctimas de la violencia de género; la creación del registro municipal de parejas de hecho, y otras tan sencillas y significativas como el acceso al bonobús gratuito de las mujeres víctimas de violencia.

Pusimos en marcha el proceso de la Agenda 21 Local con la inestimable colaboración de la Universidad de Alcalá de Henares. Fueron necesarias una compleja auditoría y, junto con la Concejalía de Participación, una importante estructura de participación social. ¿Se acuerda del Consejo Social y de Sostenibilidad que, de acuerdo con el Reglamento municipal que usted votó, debería convocar al menos dos veces al año? Claro que no lo recuerda, señor Román. De hecho, jamás lo ha reunido. Ni tan siquiera para, tal y como establece la Ley de Grandes Ciudades que con tanto ardor defendían en su momento, informar a los miembros de este órgano de los asuntos estratégicos de la ciudad, como el avance del POM o la gestión municipal del agua.

Recuerdo que por aquel entonces Guadalajara era, junto con Albacete, una referencia en la Red de Ciudades y Pueblos Sostenibles de Castilla-La Mancha, donde desempeñábamos un destacado trabajo en red. También nos implicamos mucho en la Red de Ciudades por el Clima, un foro por el que usted no tiene ningún interés pese a que el cambio climático es una realidad aceptada por la mayoría de gobernantes y expertos ambientales.

Nada más aterrizar en el Ayuntamiento se encontró con un Plan de Acción de Sostenibilidad Local que, coordinado desde la Concejalía y la Alcaldía, proponía medidas transversales que implicaban a todas las áreas de gobierno. Esas acciones concretas estaban relacionadas con el fomento del transporte público (Sr. Román, ¿para cuándo los autobuses gratuitos para jóvenes? ¡Ay, se me olvidaba, que no estamos en elecciones!), el Plan Especial de Recuperación del Casco Histórico, las directrices para la construcción del Campus universitario, la mejora de las zonas verdes o un nuevo impulso al Plan de Movilidad de entonces. Sí, como lo oye. Ése que, entre otras cosas, propició la construcción de una mediana y el aparcamiento en marcha atrás en la Avenida de Castilla, que ustedes criticaron con inquina y que, tres años después, siguen en su sitio. Sr. Alcalde de Guadalajara, le confieso que no tengo ninguna esperanza de que rescaten este programa. De hecho, me he enterado que ya no tienen ni técnico para este asunto y eso que la Junta de Comunidades se hacía cargo de casi todo su sueldo.

Podría seguir glosando el programa ‘Guadalajara: Ciudad Sostenible, Ciudad Educadora’, con actividades para la prevención del fracaso escolar, de educación sexual y atención especializada a adolescentes, de teatro en inglés, de abordaje del botellón y un largo etcétera. No lo haré. Cuando una está en política, la crítica contumaz es el pan nuestro de cada día. Pero lo que ni el señor Román ni nadie me podrán quitar es la satisfacción del trabajo bien hecho. Aunque hoy queda muy poco de aquella labor. Usted, como alcalde, se lo ha cargado casi todo y eso me apena. De lo poco que ha dejado, como son algunas actividades contra la violencia de género, otras en relación con la educación ambiental y pocas más, como el Plan Municipal de Drogas, cuya puesta en marcha no fue mérito mío sino de mi antecesora, la concejala Carmen Heredia, intuyo que algún mérito vería en ello.

Reciba un cordial y sincero abrazo. Espero verle pronto en alguna de las movilizaciones que se preparan contra el cementerio nuclear.

ARACELI MARTÍNEZ ESTEBAN
Diputada regional del PSOE
y ex concejala del Ayuntamiento de Guadalajara