Las polémicas políticas no curan la grafiosis

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Ortiga
Es una pena que la olma de Bejanque esté a punto de morir, pero desde luego, no es culpa del alcalde de la capital, Antonio Román, como apunta el Grupo municipal Socialista, sino de la grafiosis, una enfermedad que ataca a este tipo de árboles y contra la cual es muy complicado luchar, y más complicado es aún vencerla.
Su importancia dentro del conjunto de árboles históricos de la capital es incuestionable pero también son cuestionables tales acusaciones, porque nadie desea la muerte de ningún árbol, y mucho menos un alcalde. La olma ha visto pasar por delante de sí el desarrollo de Guadalajara desde un punto de vista privilegiado, es testigo presencial de miles, millones de jornadas de los guadalajareños, de fiestas, de celebraciones alrededor de la fuente de Bejanque y también, cómo no, de muchos accidentes de tráfico. Después de más de 200 años de vida, quizá ya ha llegado el momento de su muerte, quizá esté cansada, quizá no aguante más, quizá su vida ya no sea digna y sea el momento de desaparecer y dejar un bonito recuerdo entre los guadalajareños y no de protagonizar una absurda polémica política, que no ayuda a que su enfermedad se cure.