Lecciones del 22-M
22/05/2011 - 19:27
Que haya elecciones libres no es una condición suficiente para poder decir que hay democracia pero sin elecciones libres sí que se puede afirmar rotundamente que no hay democracia; la democracia es muchas cosas, realidades y sueños, pero su alimento es el voto, dulce a menudo y otras amargo, e incluso indigesto, depositado con el mimo de una caricia en la urna cuando te sientes bien representado, y con la violencia de una bofetada cuando tus representantes te defraudan. Como ahora. De esta segunda categoría han sido, en mi opinión, muchos de los votos de ayer; pero allí estuvieron, pese a todo, llenando las urnas. Porque una democracia puede llenarse de pupas en poquísimos años, como yo creo que le pasa a la nuestra, pero, o se "cura" con votos o no hay democracia.
La noticia de estas elecciones municipales y autonómicas será la toma de las plazas por la gente, algo sin duda histórico por lo inusual; ¿así que "pasotas" los jóvenes, eh? Se han estado organizando aunque en su lenguaje, por Internet, y de repente, zas, le han pegado un susto de infarto al sistema que ojalá le dure. No son antisistema sino demócratas conscientes que están hartos de que se les excluya y encima les tachen de "ni nis". Las quejas del movimiento de los "indignados" han sembrado de simpatías el país porque el hartazgo con las injustas soluciones que los políticos le están dando a la crisis financiera ha llegado al límite. Estos chicos y chicas que han organizado en dos días la Puerta del Sol como un mini Estado tienen la solidaridad de sus vecinos, la compresión de sus padres y el aplauso de sus abuelos porque hablan por millones de voces sin voz.
A mediodía de ayer, cuando escribo, la participación superaba el récord de asistencia a las urnas de las últimas elecciones y el récord histórico de participación a esa hora. Otra lección. Del voto en blanco no había datos a esa hora obviamente, pero creo que será otra de las lecciones de estos días "al sol". Que no caigan en saco roto, por favor, hay ... todo en juego. Los "indignados" no están cansados de votar sino de ver como una clase política absolutamente desconcertada por la crisis está sacrificando a "san Mercado" generaciones enteras de ciudadanos de toda edad y formación. Cansados, no de la política, por favor, ¿qué si no Política con mayúsculas es lo que se ha estado haciendo estos días en las Puertas del Sol? Cansados de una forma de hacer política que trata a millones de ciudadanos con el desprecio que se trata en los saldos los restos de serie: de "esta" forma de hacer política.