Llegan las vacaciones

28/06/2015 - 23:00 Conchita del Moral

Para algunos ya van llegando las vacaciones, un tiempo de descanso, que después de un año de brega nos viene muy bien para reponer fuerzas y aprovecha para ocuparnos de otros quehaceres que nos permitan salir del esfuerzo cotidiano y para empezar con nuevo brío después. Descanso no quiere decir vagancias y echarse a “ la bartola”, aparte de que esto sería un aburrimiento. Podemos descansar visitando a la familia, a los amigos, haciendo nuestros hobbies que antes apenas hemos tenido tiempo, porque siempre vamos corriendo, unas veces porqué nos hemos dormido y ya se marcho el tranvía, otras porque no se nos pone en marcha el coche etc. Y no llegamos; todos son carretas. Un buen modo de descansar es ocuparnos por los demás, sabiendo escucharlos, dándoles un consejo oportuno, haciendo excursiones con los amigos, hacer meriendas en común, visitar a los necesitados y enfermos, tratando de consolarlos y dándoles una mano, esto satisface mucho y uno descansa más que pensando en sí mismo; lo mío , lo mío; hay que tener mente universal.
También sirve de descanso coger un buen libro que nos distraiga y al mismo tiempo aumente nuestra cultura y al admirar en él la inteligencia humana, que fácil nos saldrá dar gracias a Dios porque nos ha dado la capacidad de pensar y hacer; seres libres. Nos podía haber creado como las bestias y sin embargo nos creo a su imagen y semejanza. Nos gusta el campo a respirar aire libre o la playa y nos quedamos atónitos ante la inmensidad del mar y el orden en la naturaleza; al anochecer esas tertulias sentados en el parque escuchando a los mayores. Que hay muchas cosas nobles y sanas para descansar sin acudir al botellón o a lugares no recomendables, que no aportan nada, más bien hacen daño, embrutecen a la persona. “Si la vida no tuviera por fin dar gloria a Dios, sería despreciable, más aún: aborrecible” (Camino Nº 783); ¡Felices vacaciones! Y un buen descanso.