Lo importante con el corazón

21/06/2011 - 00:00 Francisco Muro de Íscar

 
No son un "movimiento", pero no paran de hacer cosas útiles. Les afecta la crisis, pero cada día destinan más recursos y más esfuerzos para dárselos a los desfavorecidos, a los que no tienen nada, a los que han caído en el pozo negro de la crisis. No hacen recortes sociales ni se plantean hacerlos. En sus "plazas", permanentemente abiertas y montadas para recibir a los que vayan, se puede ver la realidad de un país en crisis.

   Es Caritas y sus voluntarios están ahí, silenciosos y entregados. Desde 2008 hasta 2010 se ha duplicado el número de personas y familias que acuden a sus centros en busca de comida, ayudas económicas, trabajo, vivienda. El demandante medio de estas ayudas, verdaderamente sociales, ya no es, como hasta hace poco, una mujer extranjera de entre 35 y 40 años. Ahora, la nueva cara de la pobreza tiene este perfil: varón español, de 37 a 40 años de edad. Personas que hasta hace poco tenían trabajo y que siguen teniendo familia, hijos que cuidar. Esta semana se celebra el Día Nacional de la Caridad, y el lema es "las cosas importantes se hacen con corazón". La caridad, una palabra un tanto desprestigiada, es mucho más que solidaridad. Lleva dentro el amor al otro, al extranjero, al vulnerable, al sin trabajo, al que necesita ayuda económica y también calor.

   La mayoría de los españoles sabe que Caritas es el instrumento más eficaz contra la crisis. Caritas es la vanguardia solidaria de la Iglesia Católica. Pero detrás de tantos voluntarios y de tanto esfuerzo hay mucho más. La Iglesia Católica es la red asistencial más importante de España. La Iglesia no es una ONG -Caritas, sí, ejemplar, como Manos Unidas y tantas otras- pero su ayuda asistencial, hospitalaria, social, y humana es insustituible: 87 hospitales, 763 residencias de ancianos, 172 orfanatos, 208 guarderías, 56 centros de atención a mujeres maltratadas o ex prostitutas, 272 centros de promoción laboral, 786 de atención a inmigrantes, 73 centros de rehabilitación de drogodependientes, 1.769 para mitigar la pobreza, tantos sacerdotes urbanos y rurales, con míseros sueldos, que están al lado de los que sufren. Ellos sí que podrían hacer la radiografía de la pobreza en España. La ven cada día. La intentan paliar cada día, en el silencio de la solidaridad, en el esfuerzo de la caridad.

   También forman parte de este capítulo social 5.347 centros escolares que dan trabajo a 115.000 laicos y a 11.700 religiosos para atender a más de 1.300.000 alumnos. ¿Centros subvencionados? Mentira. El ahorro de la enseñanza concertada al Estado es, cada año, de 4.399 millones. Cada puesto escolar concertado le cuesta al Estado casi la mitad que los que gestiona el sistema público. No sé si sigue habiendo "tres jueves en el año que relucen más que el sol", pero el Día de la Caridad 2011, el Corpus, debería servirnos a todos para practicar la cercanía al que necesita más que solidaridad, caridad. Amor. francisco.muro@planalfa.es .