Lo que quiere ETA es seguir en los ayuntamientos

10/01/2011 - 00:00 Antonio Pérez Henares

El deseo de todos, incluso de algunos aliados y adyacentes de ayer, es que ETA acabe de una vez por todas. Y, desde luego, su fin parece estar cada día más cercano. Pero ¿este último comunicado supone pasos en esa dirección?. ¿O seguimos en las mismas?. Porque las mismas o parecidas son esa manifestación del fin de semana donde lo que se plantea es una negociación con el argumento estelar de los presos, como si estos fueran unos represaliados políticos y no gentes condenadas por asesinatos, sea como ejecutores o como cómplices. A ello siguió con precisión de reloj y orquesta el "comunicado". Y, otra vez, algunas de las nada novedosas posiciones. Dicen "alto el fuego permanente, general y verificable" pero para añadir a continuación, y con la utilización de los consabidos eufemismos, que para negociar. Que para abrir un "proceso". Y eso es lo de siempre, la chamusquina. Porque a chamusquina empieza a oler de nuevo todo esto. Sobre todo por algo evidente y urgente. Porque hay unas elecciones municipales el 22 de mayo. El entramado ETA tiene ahí su último baluarte, los más de 40 municipios en los que el Gobierno (porque fue el Gobierno quien no impugnó esas candidaturas y no dio opción siquiera al Tribunal Supremo de ilegalizarlas) le ha permitido estar durante estos últimos cuatro años. Perder ese pie y esa cabeza de puente sería perder el más importante sostén social económico y político. Y eso es lo que intentan evitar a toda costa. A veces las cosas son, a pesar de todos los enrevesamientos interesados que se quieran añadir, mucho más simples y claras. ETA ni se plantea la disolución, ni entrega de armas ni nada que se le parezca. Lo que busca una vez más es interlocución política. Y todos estos movimientos tienen un diáfano objetivo: presentarse a las elecciones con la piel que sea pero poderse presentar. Y no. Simplemente no. La democracia española no puede ser tan tonta y volverse a dejar engañar. Cuando ETA se haya disuelto y sólo entonces es cuando podrá empezarse a poder hablar de eso. Si de entrada ya pagamos el cheque de admitir sus candidaturas, si otra vez les damos otro balón de oxigeno, si de nuevo comenzamos a dar pábulo a su "solución negociada del conflicto" habremos vuelto a dar un paso atrás.