Los enemigos de la humanidad

14/12/2010 - 00:00 Pedro Calvo Hernando

 
Mucho hablamos aquí del escándalo del doping en el atletismo, de la prórroga del estado de alarma o de los papeles secretos del Departamento de Estado, lo cual está muy bien y es insoslayable para un tratamiento correcto de la libertad y de la defensa de la democracia. Pero siempre que no dejemos de lado temas capitales como ese canallesco proyecto de directiva de la Unión Europea que pretendía -y seguirá pretendiendo- convertir el sueño de la unidad europea de los padres (e hijos y nietos) fundadores en un conglomerado de Estados xenófobos y perseguidores de los inmigrantes y de sus derechos más sagrados, que son los mismos de cualquier ciudadano del mundo, cualquiera que sea el lugar donde ha nacido o donde habite. Ese intento de la derecha europea ha sido por fortuna paralizado, al menos por dos meses, pero en cuanto que nos descuidemos lo sacan de nuevo y nos la juegan. Este horrible lance tendría que haber paralizado la acción y la vida de todos los demócratas y progresistas para organizar la gran protesta mundial por tamaña fechoría. Y es que entre la crisis económica y otras muchas causas de preocupación resulta que dejamos en la estacada a todo bicho viviente que no sea de "los mercados" o de otras entelequias que tratan de vampirizar y aplastar a la ciudadanía con la complicidad de buena parte de los aparatos de poder de toda laya. La reacción ante este estado de cosas es lo que debería concentrar las preocupaciones y los esfuerzos de todo el mundo progresista, de la izquierda de diversas intensidades, de la derecha sana, de los sindicatos y de cualquier otro resorte social o cultural que se precie. El último tañido de la UE es como para olvidarse de todo lo demás al menos por un día y declarar la guerra universal a los numerosos y poderosos enemigos de la humanidad, de los humanos, de la democracia, de las libertades y de todos los derechos del hombre y del ciudadano. Lo que digo debería ser absolutamente prioritario para todo el universo que no esté inmerso en la realidad y en los beneficios de esta canalla que provoca situaciones como la que comento.