Los errores se pagan

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Cartas al director
EVA CATALÁN / Secretaria de Bienestar Social e Igualdad Juventudes Socialistas de Guadalajara
Las promesas electorales con las que Antonio Román, actual alcalde de Guadalajara, concurrió a las últimas elecciones municipales, han demostrado ser en muchos casos una mera farsa. Y cuando no ha sido así, se han podido llevar a cabo gracias a la colaboración que tanto el Gobierno de España como la Junta de Comunidades han prestado al ayuntamiento capitalino. En este sentido, baste recordar que la inversión que desde el Gobierno de José Mª Barreda se ha realizado en esta ciudad asciende a más de 500 millones de euros, y todo ello a pesar de los obstáculos que interpone Román siempre que tiene ocasión.
Una de esas promesas incumplidas y eternamente pospuestas es la del autobús gratis para los jóvenes. Me pregunto cómo es posible que si Román veía tan fácil de implementar esta propuesta en el mandato anterior, todavía no la haya puesto en práctica. Es más, no entiendo cómo es posible que si esta medida le parecía tan estupenda, por qué no se ha planteado, por ejemplo, extenderla a los parados. Lo cierto es que me he decidido a escribir esta carta después de ver que “por fin” se va a cambiar la forma de aparcar de la avenida de Castilla. Escuché en la radio una grabación del concejal Jaime Carnicero de hace nada menos que dos años, en la que decía que ya habían empezado a repintar el asfalto de esta vía. Señor Román, mentir de forma tan descarada no es serio. Más de tres años para pintar unas líneas en el asfalto se antoja excesivo. ¿Por qué esa tardanza? Las únicas explicaciones que se me ocurren son que, o bien han pensado que lo mejor era seguir las instrucciones de los expertos, que no recomiendan este cambio, y entonces habría que plantearse a qué tanto dramatismo y crispación cuando estaban en campaña electoral, o bien que astutamente han querido apurar y cumplir ‘in extremis’, con la esperanza de que si hay problemas puedan dejarlo ‘para mañana’.

La cuestión es que al PP esto se le puede volver en contra, tanto en la vertiente electoral como de seguridad para conductores y peatones. Porque los errores se pagan, aunque hayan sido errores prometidos en campaña electoral.