Los gancheros y Sampedro
En nuestro caso siendo oriundos de Huertapelayo, parte de la Asociación de Municipios Gancheros del Alto Tajo, el sentimiento hacia estas imágenes va más allá de su significado histórico pues nos contaban nuestros abuelos otras vivencias sucedidas al paso de estos trabajadores por la zona.
La fiesta de los gancheros debe servir para recordar la figura del escritor, humanista y economista que dejó un gran legado intelectual, recordado en la provincia, sobre todo, por ese libro llevado al cine, ‘El río que nos lleva’ que describe el oficio de aquellos hombres que transportaban las maderadas a través del cauce del Tajo hasta las factorías madereras de la zona de Aranjuez realizando un trabajo duro físicamente, peligroso y de gran habilidad. Sampedro merece nuestro reconocimiento y todos ellos un recuerdo.
En nuestro caso siendo oriundos de Huertapelayo, localidad integrada en Zaorejas, uno de los pueblos que forman parte de la Asociación de Municipios Gancheros del Alto Tajo, anfitrión en esta ocasión de la cita, cuya pregonera fue la escritora pelaya Marta Embid, el sentimiento hacia estas imágenes va más allá de su significado histórico pues nos contaban nuestros abuelos otras vivencias y anécdotas sucedidas al paso de estos trabajadores por la zona, del cual, incluso, nos queda algún testimonio fotográfico. La cuestión era que aquellos hombres- no tenemos constancia de que hubiese alguna mujer- además de llevar a cabo el esfuerzo se acercaban a las poblaciones a tomar un chato de vino, algo de comida que se les ofreciese por los vecinos y de paso entretenerse un poco. Y aquí, en el aspecto lúdico, era cuando surgían ciertos problemas pues sacaban a bailar, a reír y a charlar a las mujeres generando momentos de tensión con los molestos novios o maridos.
Desde hace 17 años la Fiesta Ganchera vuelve a la memoria aquellos tiempos. Hoy declarado todo aquello Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO debemos sentirnos orgullosos del pasado y reclamar la protección del río Tajo esquilmado hasta el punto de tener problemas de abastecimiento por la zona algo, como el trasvase, lamentable, vergonzoso e inmoral.