Los GEO

Once deportistas del equipo olímpico israelí fueron asesinados en los Juegos Olímpicos de 1972, celebrados en Múnich. En aquella década de grandes cambios en España, el terrorismo campaba a sus anchas. Diferentes grupos palestinos secuestraron aviones, colegios y autobuses, contándose por cientos sus víctimas. En Alemania actuaba la banda Baader-Meinhof, en Italia las Brigadas Rojas, en Reino Unido el IRA. En España, en 1977, a la par que se elaboraba la Constitución, ETA había matado a 12 personas y los Grapo, que habían hecho su aparición en 1975 asesinando a 4 policías, sumaron 9 víctimas más. En ese año, el de nuestras elecciones constituyentes, un Boeing 737 de Lufthansa que acababa de despegar en Palma de Mallorca con 86 pasajeros a bordo fue secuestrado por un comando palestino. Después de cinco días, haciendo escala en varios países, los rehenes fueron liberados por el cuerpo de élite de la policía alemana, que acabó con la vida de tres terroristas.

Este hecho fue fundamental para tomar conciencia de nuestras carencias y articular una unidad de élite de la policía, algo de lo que España carecía en aquel momento pese a que sufríamos el azote de todo tipo de terrorismo. Y por una vez en la historia del siglo XX, sin que sirviera de precedente, fuimos noticia para bien, no por el cierre de un acuartelamiento, la recepción de una central nuclear que nadie quería o la creación de un trasvase que se llevara nuestra agua: al contrario, la buena nueva fue que esa unidad que se decidió organizar iba a estar ubicada en Guadalajara. Las ventajas eran evidentes: una ciudad pequeña y tranquila pero a un paso de la capital, a pocos minutos del aeropuerto y bien comunicada. Bien puede decirse que, por una vez, nos tocó la lotería. En apenas unos meses el Grupo Especial de Operaciones (GEO) estaba en funcionamiento, construyéndose el acuartelamiento que al otro lado de la N-II, hoy A-2, forma parte de nuestro paisaje urbano. Los capitanes García-Quijada, Senso y Holgado se encargaron de formar a las primeras promociones, de dotar a los GEO de un espíritu de grupo, de una identidad de pertenencia que pervive hoy en día –al mando del comisario Nogueroles– con más fuerza si cabe, incluido el vínculo con la ciudad que les acoge. 

Este 2018 celebran su 40 aniversario y se suceden los reconocimientos y homenajes. Correos acaba de emitir un sello postal haciéndose eco de la efeméride y en breve, en diciembre, el Rey visitará la unidad. Pese a algún acto luctuoso, como el fallecimiento del subinspector Torronteras en el asalto al piso en el que se escondían los terroristas del 11-M, la historia del GEO es una historia de éxitos pero, sobre todo, lo que es más importante, es la historia de un trabajo bien hecho, de unos servidores públicos que dan su vida por la seguridad de todos.