Los presupuestos generales

06/08/2015 - 23:00 Redacción

La aprobación del Presupuesto General del Estado antes de la formación de un posible nuevo gobierno tras las elecciones generales de finales de año es un acertado ejercicio de responsabilidad del actual ejecutivo que dota de estabilidad institucional y política por ser éste el instrumento o herramienta necesaria para la gestión de lo público. Se podrá criticar que sea más o menos electoralista o realista, discutir y matizar las distintas partidas, pero dejar el presupuesto aprobado es hacer los deberes. En cuanto a su contenido, muy amplio y rico en matices, cabe afirmarse que es el traslado a las cuentas públicas de la situación de mejoría de la economía y serían muchos los aspectos a comentar como la aportación de más dinero a las comunidades autónomas que podrán respirar. En lo que a la provincia de Guadalajara se refiere, y pese a ser tras Cuenca, la que más dinero recibirá de la región, hay que resaltar que son unos números continuistas que apenas aumentan la inversión respecto al pasado año y que no contemplan proyecto nuevo alguno salvo la consignación de una pequeña cantidad para el nuevo edificio de los juzgados que no supone ni la séptima parte de lo necesario. Más de la mitad de los casi noventa millones que se gastarán en Guadalajara serán para la conservación y mejora de la autovía y el resto de la consignación servirá para continuar con la obra de los ribereños y para la nueva tubería entre la potabilizadora de Mohernando y Alcalá de Henares. Lo demás, pequeñas inversiones como actuar sobre el castillo de la Piedra Bermeja en Brihuega, en la Catedral de Sigüenza o proveer de contenedores a la Central Nuclear de Trillo. Nada nuevo y menos ilusionante. Las grandes e históricas promesas seguirán esperando. Los números, eso sí, denotan realismo y es que todavía es tiempo de no gastar en lo que no es prioritario y de consolidar la mejor marcha de una economía que ha conseguido superar una recesión y cuyo principal problema sigue siendo el elevado desempleo y el endeudamiento.