Los residuos nucleares

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Editorial
El Almacén Temporal Individualizado (ATI) de Trillo tiene capacidad para 80 contenedores con sus 80 metros de longitud, 43,5 de ancho y 21,7 de alto, y unos muros de hormigón de 70 centímetros. Aunque durante los últimos meses mucho se ha hablado de la conveniencia, o no, de potenciar la energía nuclear y de qué hacer con los residuos, ambas cuestiones no parecen incomodar, en exceso, a los directivos de la planta.
Por una parte, el cierre de esta nuclear se encuentra a años luz de enfrentarse a una situación como la que vive ahora Garoña, no sólo porque ésta tiene el doble de edad que la alcarreña sino por que Trillo I es la más moderna de las nucleares españolas y la única de tecnología alemana, puesto que tiene un reactor fabricado por Siemens. Por otra parte, en cuanto al tema de los residuos, la nuclear cuenta con su propio almacén lo que, como ya ha comentado en alguna ocasión Aquilino Rodríguez, su director, hace que tengan “el problema resuelto”. De hecho, los problemas de espacio de la piscina en la que se almacena el combustible gastado –extraído del reactor en las recargas anuales– llevó a que en 2002 se construyera el ATI para complementar el almacenamiento de dicho espacio. Sin embargo, construir lo que Enresa denomina almacén temporal centralizado (ATC) para albergar el combustible gastado y los residuos radiactivos de alta actividad de todas las centrales nucleares es una misión, que se antoja necesaria, pero que ya acumula años de retraso. Todos los proyectos de localización que se han barajado hasta la fecha se han visto finalmente frustrados, cada localidad en la que se ha planteado se ha producido siempre un rechazo social y político al almacén nuclear, como ha ocurrido en Guadalajara. Sin embargo la problemática podría quedar solventada con el cierre de Garoña, que ya se ha postulado como posible nueva ubicación para el ATC. Esta posibilidad está ahora sobre la mesa, aunque hasta la fecha no se había contemplado seriamente. Podría haberse hallado la solución.

Las fuentes gubernamentales consultadas apuntan que en cada localidad en la que se ha planteado se ha producido siempre un rechazo social y político al almacén nuclear