Lucha por los despojos

Lo grave es que esta disputa ya no es madrileña: la lucha que mantienen la presidenta de la Comunidad y el alcalde de la capital es por los despojos del partido una vez que, supuestamente, Rajoy haya sido derrotado en las elecciones y se haya visto obligado a dimitir de la presidencia del PP. Aguirre quiere impedir a toda costa que Gallardón consiga escaño de diputado, lo que lo situaría en una situación ventajosa puesto que la condición de miembro de la Cámara baja parece ser un requisito casi decisivo a la hora de pretender el liderazgo de uno de las dos grandes formaciones estatales.
Es curioso observar que los conmilitones de Rajoy son mucho más pesimistas sobre su suerte electoral que la inmensa mayoría de los observadores mediáticos y sociales, que ven reñida la brega y posible la victoria de Rajoy. Y no haría falta decir por obvio que la querella que mantienen a voz en grito Aguirre y Gallardón perjudica extraordinariamente a su partido, toda vez que extiende los más negros presagios sobre sus expectativas electorales.