Luchar contra la adicción a la cocaína

04/08/2011 - 00:00 Redacción

En La presidenta de la Diputación, Ana Guarinos, y el secretario de la Fundación Solidaridad del Henares Proyecto Hombre, Modesto Salgado, firmaban ayer un convenio por valor de 10.000 euros para el desarrollo de un programa de tratamiento ambulatorio para adicción a la cocaína. Desde su creación, en 1992, cientos de personas se han beneficiado de los servicios terapéuticos prestados desde Proyecto Hombre Castilla-La Mancha, una iniciativa ideada para ayudar a los pacientes que padecen estos problemas de dependencia, principalmente a las drogas, a recuperarse y rehacer su vida con normalidad. Entre estas personas, las hay de todas las características y segmentos sociales y culturales. Y es que, frente a la heroína, que sí suele generar más recelos entre los consumidores, la cocaína ofrece la falsa sensación de mantener el control a quien la toma, cuando en realidad no es así. De ahí, la relevancia de este programa, en el que para participar los pacientes, que tienen que ser mayores de edad, deben presentar capacidad de control de su vida, así como un puesto de trabajo y una mínima estructura social. El tratamiento tiene una duración de año y medio y se divide en tres fases de seis meses aproximadamente cada una: fase de integración, de crecimiento personal y de autonomía. Tras superarlas se considera que el paciente ya está rehabilitado y con capacidad de hacer una vida normal. El perfil de edad de los pacientes ronda la treintena, mientras que el resto de sus características es de lo más variopinto, al pertenecer a diferentes profesiones y estatus sociales. De ahí la importancia del tratamiento, pero también de la prevención del consumo, que debe reforzarse desde un proceso educativo integral dirigido a afrontar un problema que ha existido siempre y seguirá existiendo, pero en el que tiene mucho que decir la permisividad de la sociedad actual. Por ello, la solución no está sólo en manos de los organismos de control, ni en la de los expertos, sino que es fundamental que se involucre la comunidad, la escuela y especialmente la familia.