Luna de agosto
Leo en detalle el acuerdo programático firmado por PP y Vox para el presente mandato en la capital. Reiniciar Guadalajara lo han denominado (en realidad es “Reinici@ando Guadalajara”, que no se comprende si no es como errata: cualquier otra explicación sería peor).
Superluna la llaman ahora. Resplandece la luna, más brillante de lo normal, llenando de luz la noche. Más grande que nunca por coincidir el plenilunio con su perigeo, el punto de su órbita más cercano a la Tierra. Hazme encontrar el camino, cantaba Radio Futura, luna de agosto, hazme llegar a mañana. Une su luz a quienes la contemplan en la lejanía. Da igual en qué punto del planeta se encuentre uno, la luna une a quienes la contemplan. Habrá otra en este agosto lánguido de calores, descanso y vacaciones, pero ya no seremos los mismos. Habrá Perseidas a mediados de agosto, la lluvia de estrellas que muestran su camino. A finales de agosto habrá otra luna enorme, que llenará el cielo y hará el día en la noche, pero seremos otros. Perla madura del cielo, dice la canción.
Leo en detalle el acuerdo programático firmado por PP y Vox para el presente mandato en la capital. Reiniciar Guadalajara lo han denominado (en realidad es “Reinici@ando Guadalajara”, que no se comprende si no es como errata: cualquier otra explicación sería peor). Como todos sabemos, porque todos tenemos móvil, al reiniciar se vacían las memorias, se corta la alimentación y se vuelve al inicio, eliminando cualquier error. Poca novedad encuentro, sin embargo. Me atrevería a decir que se trata de un programa de continuidad: mejora de servicios, obras públicas y ferias y fiestas sin novedad. Algún detalle para la parroquia y poco más. Se elimina la Casa del Cuento, un proyecto que ya venía descafeinado al mezclarse con el museo de Santiesteban, una de esas cosas inexplicables que nos caracterizan. En el imaginario de Vox, las cuentistas, porque en su mayoría son mujeres, deben ser poco menos que las brujas del medievo, así que ni agua. Frente a ello no habrá un Moderno II. Se posicionará en contra Aike, con una Susana Martínez menos local y más ideológica de lo que a todos convendría, incluida a ella misma, en un papel que desde la alcaldía desean: tener una antagonista que los reafirme. Por lo demás, adiós a la zona de bajas emisiones y poco más. Toros y procesiones, para variar; con más énfasis, eso sí. Las Ferias en el centro y los encierros de interés regional, largas tradiciones, servirán para sacar pecho. No se cubrirá la plaza de toros porque, aparte de absurdo, no estaría justificado su gasto.
Dos sugerencias me atrevo a hacer. Guadalajara está necesitada de símbolos que unan, sé que no será fácil, pero qué mejor momento: una estatua del joven Cela, mochila al hombro, subiendo la calle Mayor. Y un museo, pero no de la Semana Santa, que bastante ridículo hacemos ya, sino de la historia de Guadalajara. Continuará.