Mantener siempre la guardia alta

Las sociedades han de permanecer siempre en alerta ante determinados males endémicos como la siniestralidad laboral, los accidentes de tráfico o la violencia de género. La puesta en marcha del carné por puntos fue una medida acertada que disminuyó considerablemente las cifras de víctimas mortales. Pasada una década es tal vez el momento de revisar aquella norma para actualizarla a los tiempos actuales en los que una de las principales causas de siniestro es utilizar el móvil mientras se circula, especialmente para mandar mensajes. Será una de las conductas que se deba sancionar con más gravedad. La velocidad, por otro lado, provocó en el primer semestre de 2019 en la provincia un total de 21 accidentes de los 130 contabilizados. La DGT, desde hoy y hasta el final del puente festivo, controlará este incumplimientgo del conductor. Por otra parte, los abusos o agresiones sexuales, llegando a las violaciones, se incrementan en verano, principalmente por las fiestas. El Ayuntamiento de Marchamalo pondrá un autobús nocturno gratuito para adolescentes y mujeres menores de 25 años que podrán volver con mayor seguridad a casa, un buen servicio. Por su parte, el Instituto de la Mujer llevará a diez municipios de la provincia la campaña ‘Sin un sí, ¡es NO! para incidir en el respeto como actitud imperante en las relaciones. Tampoco se puede bajar la guardia en el caso de la siniestralidad laboral. Un chico de 24 años perdía la vida el 2 de agosto al caer desde el tejado de una nave industrial en Alovera y una chica de 19 al ser atropellada por un toro mecánico, el pasado viernes, en Albacete. En 2019 son ya veinte víctimas en la región, situación intolerable. Cuando finalice agosto está anunciado que los agentes sociales con el Gobierno regional elaborarán un nuevo Plan de Choque contra esta lacra que requiere implicación del empresario en la prevención y también del trabajador en la adopción de las medidas  por molestas o innecesarias que le puedan parecer. Es momento de alegría, de más desplazamientos por carretera, de trasnochar y beber, de hacer pequeñas obras de reforma en los tejados o fachadas de la casa del pueblo. Todo ello está bien pero no hay que olvidar que más vale prevenir que lamentar.