Más claro agua

27/09/2011 - 00:00 Pedro Calvo Hernando

 
  A medida que se acercan las elecciones generales del 20 de noviembre va quedando cada vez más claro que si las gana el PP no corregirá ninguna de las medidas que ha venido tomando el Gobierno de Zapatero para combatir la crisis, aunque tales medidas, o muchas de ellas, provocasen en su momento reacciones desmesuradas e increíbles desde la presidencia y la nomenklatura del partido de la derecha, partido que, de haber estado entonces en el poder, habría tomado esas mismas medidas y muchas otras, cada cual más llena de recortes y de restricción, pero además sin miedo ni mala conciencia, al revés de los sufridos por Zapatero y los suyos. Rajoy y sus compañeros llevan ya semanas con algunas ambigüedades y muchas claridades sobre sus planes para cuando estén en el Gobierno. Quieren decir que mantendrán el Impuesto de Patrimonio, los recortes en la retribución de los funcionarios, la congelación de las pensiones y lo que se les ponga por delante. Rajoy nos asombra ahora con la obviedad de que decidirá si mantiene los recortes en función de la economía. Pues claro, como todo el mundo.
 
   Yo estuve siempre en contra de las drásticas medidas -las mencionadas y otras, excepto del Patrimonio- que se tomaron y he escrito varias veces que antes de la noche siniestra del 12 de mayo del 2010 Zapatero debió dimitir antes de verse abocado a incumplir su programa y su ideología y además ante el desastre que vendría si se pierde aquella votación en el Congreso, con el PP en contra y que resultó ganada al fin por un solo voto de ventaja. Hablo desde las reglas del sistema vigente, algunas de las cuales yo no comparto, que deberían haber sido obligatorias para un PP que formaba parte del conjunto de Gobiernos de derechas de Europa, la gran mayoría, y con unas medidas que eran puramente de derechas. Los electores tendrían que percatarse de todo esto y obrar en consecuencia. Todo ha sido una gigantesca farsa de electoralismo. Además, ya se está demostrando con la política que siguen las administraciones autonómicas del PP, la gran mayoría. Más claro, agua ).