Más pasado que futuro

03/04/2011 - 13:37 Luis del Val

 
A partir del 2 de abril de 2011, cada hoja arrancada del calendario le traerá a José Luis Rodríguez Zapatero un día más de pasado y un día menos de futuro. Me refiero, naturalmente, al futuro político, que en lo personal le deseo años y años de venturosa supervivencia. Pero en lo que se refiere al escalafón, y dado que todavía no está sistematizado el organigrama mundial, una vez que has sido presidente del Gobierno el único paso siguiente es de llegar a ex presidente de Gobierno. Adolfo Suárez no lo llevó muy bien y, con el CDS, organizó una especie de estrambote, que no le aportó nada al soneto estupendo que había pergeñado en la Transición.
   El que mejor lo llevó fue Leopoldo Calvo Sotelo, entre otras razones, porque concurría en él una circunstancia casi insólita en un político: nunca quiso ser presidente del Gobierno. Lo fue a regañadientes, porque no había más remedio, y en su corto periodo se portó con extraordinaria delicadeza y eficacia. Felipe González y José María Aznar, cada uno en su momento, descubrieron la rentabilidad de las conferencias internacionales, que no sólo halagan la vanidad, sino que ayudan a soportar los gastos generales. Y, más tarde, también cada uno en su momento, descubrieron que el capitalismo es generoso, y que puede adornar sus asesorías y consejos con personajes de pasado que ayuden a dar más brillo a la cuenta de resultados.
   ¿Qué hará José Luis Rodríguez Zapatero? Para los cuatro millones y medio de parados puede ser una grosera provocación, puesto que todo ex presidente tiene un plan de jubilación asegurado, pero es una incógnita pertinente, dado que los componentes de nuestro actual presidente son insólitos. Es posible que él no lo sea tanto como nos parece, pero sea como sea, el pasado (político) será siempre superior al futuro