Más que palabras Leire y la sofisticada inquisición
Leire Pajín es una mujer joven, independiente, militante socialista y ministra. De todas estas condiciones solo una, exclusivamente, puede tener trascendencia política y mediática. Se la puede criticar todo lo que se quiera por su gestión en Sanidad, mirar con lupa si su actuación es o no la correcta, incluso cuestionarse si su curriculum es lo suficientemente abultado, para haber llegado a tan altas cotas de responsabilidad. Su acción debe ser ejemplar y ejemplarizante en todo momento y si no lo fuera demandárselo. Ahora bien lo que haga en su vida privada es cosa suya claro está siempre que esta no sea motivo de escándalo o sus comportamientos afecten negativamente al cargo que representa. A nadie le importa y -no alcanzo a entender la polémica- si se pone en bikini, luce una gorra o se pasea por la playa con su familia como el común de los mortales y tampoco le importa a nadie si hace dieta o tiene unos kilos de mas, mientras cumpla con su obligación evitando uno de los males de nuestro siglo: la obesidad y defendiendo una Sanidad Publica de calidad que es su responsabilidad.
Me temo que detrás de la crítica despiadada que se le ha hecho estos días vuelve a parecer ese machismo vergonzante que esta agazapado en todos los sectores y estamentos de nuestra sociedad y que enseña la patita a las primeras de cambio. Que se la critique por ser ministra va en su sueldo, ahora que se haga mofa y escarnio de su aspecto físico lo que esconde es algo mucho mas peligroso. Ya sabemos que estamos en un país de "porteras" y "huele-braguetas" por lo que es más fácil dar carnaza al pueblo y hacer linchamientos públicos, que ahormar una critica política razonada. Eso pasa con la ministra y con la mayoría de las mujeres que ocupan un cargo de responsabilidad estén en el partido que estén o situadas ideológicamente donde sea.
Leire Pajín no es Claudia Schiffer ni necesita, para nada, hacer de su cuerpo un culto. Debe cultivar eso sí su intelecto y ordenar sus ideas para que las cosas marchen bien en este país. Su físico es lo de menos. ¡Manda huevos tener que solemnizar lo obvio a estas alturas¡, lo que cuenta es su curriculum y experiencia en la cosa pública no le falta porque lleva la política en las venas. Es licenciada en sociología, milita en su partido desde los 15 años, fue la diputada nacional mas joven de España con 23 y, siete años después, era secretaria de estado de cooperación. Con 32 consiguió la poderosa secretaria de organización del PSOE -algo que ninguna mujer había logrado- hasta ese momento, como tampoco es muy habitual ser ministra con 34. Sus detractores podrán decir que nada de ello ha sido por méritos propios sino por enchufismo -lo que jamás se atreverían a decir de un hombre- pero... ahí están sus éxitos aunque no tenga un cuerpo 10.
En una ocasión entrevisté a Leire Pajín días después de que a la portavoz parlamentaria del PP la despellejaran viva por haber posado muy sexy para una revista y su respuesta fue rotunda "No seré yo quien alimente esa polémica que obedece a resortes machistas que todas las mujeres debemos combatir. Pido que se nos juzgue por lo que hacemos o decimos no por como vestimos o posamos. Puedo hablar de las opiniones políticas de Soraya Sáez de Santamaría y criticarlas cuanto quiera, pero jamás lo haré por como posa o viste. Eso es cosa de hombres", me dijo lo cual yo suscribo de la pe a la pa.
A la hora de juzgarla políticamente debería darnos igual que tenga un kilo
de mas o de menos mientras esté sana, y de hecho también se la criticaría si
fuera delgada porque dirían que es anoréxica. Si se pone ropa adecuada a su edad
dicen saber tener un look propio de su status y si viste de manera convencional
que parece una madre..... No seré yo quien no critique la acción política de la
Ministra Pajín porque en su trayectoria ha habido motivos sobrados para hacerlo,
pero desde luego no colaboraré jamás en esta moderna caza de brujas porque hace
mucho tiempo que pasaron los tiempos de la inquisición, aunque a las mujeres a
la mínima se nos sigue mandando a la hoguera, de manera mas sofisticada. Mujeres
como ella nos seguimos dejando la piel para que esto no ocurra y claro nos
despellejan por lo más superfluo.. que es también lo mas fácil