Medallas y distinciones

01/06/2019 - 13:39 Pedro Villaverde Embid

La vida sigue para todos y el cambio de ciclo marca un tiempo nuevo que deseamos de prosperidad.

Toca este viernes, ante todo, felicitar a los vencedores en las elecciones celebradas el domingo y dar ánimo a quienes han recibido resultados adversos pero con el mérito de haber dado la cara por unas siglas, por un proyecto político para sus vecinos. La vida sigue para todos y el cambio de ciclo marca un tiempo nuevo que deseamos de prosperidad. Y en plena resaca electoral se vivió este martes en la Diputación provincial un acto emotivo, sencillo y de justicia que rindió homenaje a una serie de personalidades que prestan o lo hicieron un servicio a la sociedad de Guadalajara. Uno de ellos, in memoriam, fue para el primer presidente del ente preautonómico de Castilla-La Mancha, Antonio Fernández Galiano, un hombre de la transición, de aquellos que tuvieron sentido de Estado y de la política con mayúsculas en un momento verdaderamente de cambio que sentó las bases de lo que hoy disfrutamos, una sociedad libre, con derechos, democracia  y cierto bienestar. Muchos jóvenes de hoy deberían estudiar aquellos años y aprender que lo que tienen no ha sido gratis, sino fruto del esfuerzo de quienes les antecedieron. Magnífico discurso de Antonio, el hijo mayor, y gran explicación en el vídeo de presentación de Emilio, nuestro querido colaborador. Otra de las distinciones fue para don Agustín González, un sacerdote en activo, a sus casi noventa años, llevando nueve pueblos de la zona, que tanto ha hecho por los lugareños y el arte en las iglesias de la localidad. Cada verano, en nuestra infancia, en aquellas excursiones de un día con abuelos y padres, nos enseñaba con devoción y entusiasmo aquellos museos. Una eminencia como Aurora Egido, académica de deslumbrante curriculum, brillante en su sabia intervención, y la Policía Nacional, cuerpo de Seguridad del Estado, que protege y sirve a los ciudadanos, siendo de las instituciones mejor valoradas, fueron los otros distinguidos. Especial fue el momento, así mismo,  por ser uno de los últimos actos de un presidente cercano y entrañable como José Manuel Latre, que nos deja un gran recuerdo por su bondad y amabilidad. Esa copa de espumoso con la que brindamos por los homenajeados nos supo a despedida de un tiempo agradable en el que por tantas personas, Aurora, Mario, Antonio, Ana, Blas… nos hemos sentido como en casa cada vez que acudíamos a la Diputación. Allí estaba también, en el acto, otro buen presidente, Agustín de Grandes, recientemente jubilado de su responsabilidad al frente de CEOE-Cepyme donde deja el mejor de los balances.