Medidas, ¿qué medidas?
Doña Leire Pajín, que es ministra con tres carteras en su haber tan dispares como la Sanidad, la Igualdad y las Políticas Sociales, ha afirmado algo importante: que el Gobierno está preparado tanto para agotar la legislatura como para anunciar la convocatoria anticipada de las elecciones generales. Pues menos mal, siempre es un consuelo saber que nuestro ejecutivo se hace a todo. Lo que no entiendo muy bien es en que consiste esa presunta "preparación", pero de ninguna manera voy a discutir con una ministra con tres carteras. Pajín decía esto la misma mañana que Zapatero anunciaba la remodelación de su gabinete sin nada destacable salvo las ocurrencias que pueda tener don José Blanco como portavoz. Pero sobre adelantar o no las elecciones, ni palabra; insinúa que no, pero no lo dice, entre otras cosas, porque va a ser que sí.
Pero lo que llama la atención del discurso de ZP es la insistencia y la rotundidad con la que afirma que la situación económica obliga a que el Gobierno no pueda "pensar en ninguna otra cuestión" y asegura que los cambios en el Ejecutivo "lo que significan es simplemente que el Gobierno sigue trabajando a pleno rendimiento" y que hay que completar el cuadro de medidas para salvar la situación económica.
¿Y por qué llama la atención todo eso? Pues porque siendo algo tan obvio, se dice pero no se hace. ¿Dónde están las medidas que completen las ya tomadas? ¿Dónde están las medidas ya tomadas y para qué han servido sino para ser tildadas de tibias desde todos los ámbitos? "El Gobierno sigue trabajando a pleno rendimiento.." faltaría más. Pero si trabajando a pleno rendimientos el riesgo país se nos va por encima de los 300 puntos (ya sé que la culpa la tiene Italia, pero los que estamos por encima del 300 ¿somos nosotros o no?) la economía no crece y el paro no baja, ni imaginar quiero lo que pasaría si el rendimiento del Gobierno fuera algo menor.
En su breve comparecencia ante los medios para explicar el ascenso de José Blanco y el nombramiento de Camacho como nuevo ministro del Interior (complicado esto último cuando aun sobrevuela un faisán sobre algunas cabezas), el presidente resumía el reto de su gabinete en tres puntos: mantener la estabilidad, ganar la recuperación económica y crear empleo. ¿Dónde y cuándo habré oído yo esto mismo?
Que Dios reparta suerte y que esa gran locomotora que es el Ejecutivo siga
a pleno rendimiento camino no se sabe muy bien a donde, detalle este que si
convendría solventar cuanto antes.