Medio pueblo de carbellidos
01/10/2010 - 09:45
Te cuento
Una historia de amor, de época, de pueblo, de las de antes. La Olmeda de Jadraque tiene un buen cuento que narrar a sus niños desde el año 1888.
Entonces un gallego acudió con sus dos hijos hasta la localidad para construir un par de fuentes. El progenitor no lo sabía, pero aquella pequeña localidad estaba a punto de arrebatarle a sus dos vástagos. No lo hizo de malas maneras, más bien lo hizo con unas formas demasiado dulces, las del amor; con la simpatía de esas sonrisas cautivadoras que terminan consiguiendo anclar en una tierra extraña a aquellos que vienen de fuera. Los dos gallegos, apellidados, como su padre, Carbellido, se quedaron en La Olmeda de Jadraque con sus respectivas y con una vida nueva. Aquella decisión influyó de manera decisiva en el devenir del municipio. Ahora, cuando ya han pasado más de cien años desde su llegada, el propio alcalde de la localidad, José María Barahona, asegura que más de la mitad de los habitantes del pueblo se apellida Carbellido. Quizás por eso les hacía tanta ilusión reformar aquellas fuentes, las del amor las llaman, que vinieron a construir una foráneos que ya son más que de la familia.