Mensaje de Navidad

23/12/2020 - 12:48 Jesús de Andrés

Desde mi servicio a España con total entrega, pido reflexión y serenidad. 

Un año más tengo el honor de felicitaros la Navidad y transmitiros un afectuoso mensaje lleno de aprecio y buenos deseos. En estos días quiero tener un recuerdo especial para las personas fallecidas en la pandemia, aquellas que recogen las cifras oficiales y también las que de momento han quedado fuera, en el olvido inconsciente o deliberado. Vaya para ellas y sus familias todo mi cariño y solidaridad en el dolor. Y como sé que sois muchos quienes esta noche esperáis mis palabras con interés, sin más preámbulo, os comunico que en mi ánimo y en el de la Reina está contribuir a recuperar la confianza en las instituciones, en particular en la Corona, a la que represento.

Son muchas las cosas que se han hecho mal, muchos los comportamientos reprobables. Desde que asumí mis funciones, hace ya seis años, he insistido en la necesaria ejemplaridad de la institución y de quienes la encarnan, sin que nadie, por muchos que sean sus méritos acumulados, quede fuera del dictamen de la ley ni del escrutinio de los ciudadanos. Y seré claro para que nadie pueda decir que en mi alocución los grandes principios tratan de encubrir los hechos concretos. Conocedor de sus actividades, en los últimos años puse un cordón a las actividades del Rey emérito. Renuncié a su herencia, le retiré la asignación anual y fue apartado de la vida pública. Más, pese a ello, han seguido aflorando asuntos turbios para los que no habrá disculpa. Los ciudadanos reclaman principios morales y éticos, y no les fallaré. He dado instrucciones para que la transparencia en la Casa Real sea absoluta, haciendo pública a partir de ahora nuestra declaración de bienes, tal y como están obligados a hacer todos los cargos electos. De igual forma, he pedido al presidente del Gobierno y al líder del principal partido de la oposición que pongan en marcha una reforma legal, con el máximo consenso posible, para que la inviolabilidad del Rey lo sea sólo en el ejercicio de su función y no en todo momento, como hasta ahora.

Yo haré mi trabajo. Pero pido a quienes nos pretenden defender convirtiéndonos en elemento identitario, a quienes nos envían cartas solicitando pronunciamientos golpistas, a quienes nos utilizan en la confrontación partidista con sus adversarios, a todos ellos, que no insistan. Su pretendida lealtad nos aleja, por vía de su acción divisora, de nuestra función primordial. Y pido también a quienes nos quieren eliminar que reflexionen sobre el papel neutro y moderador de la Corona. Los principios del republicanismo están recogidos por nuestra Constitución, eso es lo importante. Ojo con los deseos, no vayan a cumplirse. Desde mi servicio a España con total entrega, pido reflexión y serenidad. Nos va el futuro en ello. Buenas noches.