¡Menudo ejemplo!

11/04/2011 - 00:00 Julia Navarro

 
Los políticos son un reflejo de la sociedad, de todo lo bueno y lo malo de la sociedad, porque es de la sociedad de donde salen. Por eso, en la política, como en otras actividades, hay de todo, personas intachables y de vez en cuando algún corrupto.
   En los últimos tiempos, por ejemplo, asistimos atónitos a todas las derivadas del caso Gürtel, y habría cabido esperar que Mariano Rajoy hubiera pedido a Francisco Camps que se retirara a un discreto segundo plano hasta que los tribunales digan la última palabra. Pero no ha sido así. Es más, Camps parece que es el que de verdad manda en el PP, y que tiene cierto dominio sobre Mariano Rajoy. De manera que no sólo Camps es el candidato a volver a presidir la Comunidad Autónoma de Valencia sino que en las listas electorales de esa comunidad hay otros muchos implicados en la trama Gürtel y en otros asuntos de corrupción. Pero Rajoy no ha dicho nada.
   Eso sí, desde Andalucía a Javier Arenas se le llena la boca de acusar al PSOE de corrupción a cuenta del escándalo de los ERE, pero de su compañero Camps no dice nada. Lo mismo que el PSOE no deja ocasión de recordar al PP la vergüenza del caso Gürtel, con el escándalo de los ERE silban mirando hacia otro lado como si no fuera con ellos. Al final, echando una mirada a las listas, y según ha publicado un diario de tirada nacional, El País, resulta que hay unos ochenta candidatos en las listas electorales que están acusados de corrupción. Candidatos de todos los partidos, del PSOE, del PP, de CiU, de Coalición Canaria, de IU...
    Pero ya digo que unos y otros ven la paja en el ojo ajeno y no en el suyo, así que ni PSOE ni PP, los dos grandes partidos, han hecho nada para presentar unas listas totalmente limpias, y eso que tienen unos "códigos éticos" que deberían de impedirlo.
   Pero ya se sabe que los partidos interpretan sus propios códigos con tantas excepciones que tanto daría que no los tuvieran. Yo creo que los partidos deberían de dar ejemplo pero con estas cosas no lo dan. Es más, ¿qué credibilidad tienen cuando se acusan los unos a los otros de corruptos?
   Ya digo que cuando escucho a Javier Arenas hablar de corrupción me pregunto qué entenderá él que es el caso Gürtel. Y cuando escucho a algún prohombre socialista hablar de Gürtel también me pregunto qué pensaran que son esos ERE repartidos como si de una tómbola se tratara.
   Los partidos han perdido una magnifica oportunidad de dejar claro ante la opinión pública que no caben comportamientos corruptos en sus filas. El mensaje es "depende", depende de las circunstancias, y de que sea de un partido o del de enfrente. ¡Menudo ejemplo!