Mi recibo que no me lo toquen...
01/10/2010 - 09:45
Por:
Ortiga
La crisis ha golpeado fuerte, muy fuerte, a los ayuntamientos. Las numerosas obras que poblaban la geografía nacional eran una fuente de recursos para unas entidades locales necesitadas de financiación. Allí encontraron una oportunidad para poner en marcha proyectos, servicios... todo para los ciudadanos, que disfrutaban igualmente de estos beneficios. No obstante, la crisis se llevó por delante las obras, las licencias, los ingresos que parecían no tener fin. Y eso ha hecho que muchos ayuntamientos se hayan visto obligados a subir el precio de la mayoría de sus tasas. En Cabanillas, por ejemplo, el agua se ha visto incrementado, según la oposición, de manera desproporcionada.
Enfrentamientos políticos aparte, los vecinos son los primeros perjudicados de una situación que, como a todos, ha cogido por sorpresa. Ahora toca apechugar con las consecuencias de una crisis que desde numerosos rincones se dice que acabarán pagando los trabajadores. Y parece que no van encaminados, a la vista igualmente de los recortes sociales del Gobierno regional. Nos queda pensar que esto es solamente pasajero, y que algún día podremos incluso reírnos de la crisis.