Mi Tierra Molina

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

CARTAS AL DIRECTOR
J. SANZ MORENO Madrid
Nací en Tierra Molina, salí de Tierra Molina y regreso todas la semanas. Allí tengo mi infancia, mis recuerdos y a mis padres. Sé que no es lo mismo vivir el invierno que ir de fin de semana y por eso casi siempre callo, escucho y asiento, pero me duele mi tierra porque ha sufrido mucho y no ha sabido reponerse.
Me duele que no haya habido líderes capaces. Hoy tampoco los hay. Miro y de un lado veo a un abogado taciturno y extravagante, a una chica de Zaragoza que dejó El Corte Inglés para ser diputada y a una alcaldesa sectaria y retorcida. Del otro, un conductor de ambulancia sin criterio propio, una analfabeta pérfida y un empresario metido a político sólo por multiplicar su hacienda. Estos son los ideólogos, los líderes. También pululan dos pipiolos con acta de diputado. Ella juega al quiero y no puedo, él, al puedo y no quiero. Todos se amparan bajo un Señorío histórico al que no están a la altura. Ante el vacío de liderazgo han nacido movimientos ciudadanos nobles, pero divididos. La división la alientan los ideólogos incapaces, que se benefician del caos, son mediocres y sólo destacan en la confusión. Bajo las siglas colectivas se cobija algún frustrado incapaz de pasar página y algún aprovechado, pero son los menos. Insisto, me duele mi Tierra Molina porque no es capaz de unirse en pro de un proyecto moderno y de futuro. Me gustaría pensar que somos muchos los molineses, incluso los alcaldes y concejales que queremos que las cosas cambien, pero nos falta valor para romper las ataduras que nos unen a una cultura caciquil basada en el lamento. Nos faltan líderes que trabajen por el interés colectivo, que piensen en las nuevas generaciones de molineses y en el futuro de esta tierra y no en el ayer perdido; y nos faltan ciudadanos activos que olviden los rencores y sean capaces de construir. Es lo que pienso, ojalá me equivoque.